𝖯𝖺𝗋𝗍𝖾 𝖴𝗇𝗂𝖼𝖺

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Alexia entro a la oficina de su jefe viéndolo con curiosidad y, para que mentir, lujuria en su mirada café, Zabdiel se encontraba con la mirada en la pantalla mientras escribía rápidamente en el teclado sin importarle que su asistente estuviera ahí.

Ella tragó saliva mientras se arreglaba el escote "disimuladamente"y mordía su labio.

-Buenos días, señor. -Se apoyó en el escritorio tratando de hacer que Zabdiel notara sus pechos.

De Jesús murmuro algo que parecía un buen día, sin apartar la mirada de la pantalla ni una sola vez, ella suspiro decepcionada y dejo los papeles que traía consigo en el escritorio.

-Señor, estos los mando el Sr. Camacho, dijo que necesitaba que los firmara pero que se tomara su tiempo para leerlos.

Zabdiel asintió sin dejar de mirar la pantalla ni una sola vez. Ella iba a darse la vuelta cuando escucho su nombre ser mencionado por Zabdiel, ilusionada se dio la vuelta rápidamente casi cayéndose de culo por sus tacones enormes.

-Por favor la próxima vez que vengas a mi oficina procura abrocharte todos los botones, me pone muy incómodo que andes así, está bien si quieres hacerlo afuera pero por favor en mi oficina, cúbrete. Gracias.

Ella se quedó en shock en medio de la oficina con sus mejillas rojas a más no poder y la vergüenza apoderándose de su cuerpo.

Murmuro una disculpa antes de salir corriendo de ahí.

Se sentó ahí repitiendo en su mente lo que paso, estaba muy avergonzada no sabe por qué pensó que iba a ser una buena idea.

Un carraspeo se escuchó en el pasillo haciendo que levantara la cabeza para mirar a un chico bajito con ojos mieles y cabello castaño perfectamente peinado, parecía un dios griego

-Hmm, ¿Hola?-Habló dudosa escaneando lentamente al castaño.

-Vengo a ver a Zabdiel.- Sonrió con tranquilidad mientras la miraba con curiosidad.

-Oh, lo siento, él está ocupado ahora. -Sonrió con altivez, no sabía quién era este chico pero le daba mala espina.

La sonrisa del chico cayó y levanto una ceja mientras la miraba con disgusto.

-Mira nena, no te pregunte si está o no ocupado, dije que vengo a verlo así que avísale que estoy aquí.

-No puedo hacer eso, está ocupado, ya te dije.

El chico bajito suspiro con molestia mientras rodaba los ojos. Pasó por enfrente de ella y se movió hacia la puerta de la oficina de su jefe.

Alexia vio rojo mientras el chico bajito se paseaba como si fuera el dueño del lugar, así que sin esperar más se lanzó hacia el mientras tomaba su brazo para detenerlo.

El chico soltó un grito con una grosería mientras rudamente sacaba su brazo de entre sus garras.

-¡Como te atreves a tocarme!-Grito enojado mientras la miraba con furia entre sus ojos.

Zabdiel escuchó la voz de su niño desde su oficina y salió rápidamente a ver qué era lo que pasaba.

Vio a su asistente en el piso mientras Christopher acariciaba su propio brazo y la miraba con enojo.

-¿Qué está pasando aquí?-Su voz ronca resonó en el pasillo, Alexia rápidamente se levantó y quiso abrazarlo pero él se echó hacía atrás viéndola con confusión.

-Z-Zabdiel, él quería entrar a su oficina y yo le dije que usted estaba ocupado entonces quise detenerlo y él me empezó a gritar y me empujo como un loco. -Hizo un puchero mirándolo, esperando lastima de él, lo más probable.

Gâté «Chrisdiel» Adaptación Where stories live. Discover now