|Capitulo 35|

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- Ezequiel- dije saliendo del ascensor- dile a Henry que  baje

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- Ezequiel- dije saliendo del ascensor- dile a Henry que  baje.

- Si, señor- respondió.

Todos los empleados estaban trayendo armas por todos lados, ya falta poco para poder salir de todo esto, solo faltaban unos cuantos clientes y listo. Intentaré resolver todo lo que tengo pendiente.

Entre a mi oficina y me puse a chequear unos papeles en lo que llegaba , cada vez más vehia esto pesado, me aburría y lo único que quería hacer era dejar esto de una vez por todas.

Cada día estaba más feliz al lado de Ana, quería disfrutar de ella y solamente de ella, de su cuerpo, de su sonrisa de sus gestos. Pero esta mierda me tiene trancado y no sería del todo libre si aún estoy aquí.

Media hora después la puerta se abre y Henry entra para sentarse frente a mi.

Se le veía un poco agitado y con cara de preocupación.

- ¿Que pasa hermano?- pregunté

- La hermanita de Samanta volvió a tener un ataque de ansiedad- dijo mirándome.

- ¿Pero ya esta bien?- pregunte

- Si ya está mejor pero, vamos, es niña de cinco años no entiendo como...

- Ella lo superará- le respondí.

Henry iba a hablar pero en ese mismo instante mi celular timbró, estaba encima de la mesa y vi que era mamá, arrugue un poco las cejas ya que es raro que ella me llamara en horario de cuando estoy aquí pero aún así lo tome y lo lleve a mi oído.

- Mama- dije cuando lo descolgué.

- Cariño - En ese mismo momento mire a Henry, supongo que se habrá dado cuenta porque me miraba preocupado.

Mamá solo me llamaba así cuando pasaba algo o cuando necesitaba decirme algo importante, pero por el tono de su voz supuse que no era nada bueno.

- ¿Pasa algo?-pregunte.

- Ven a la casa- fue lo único que dijo y luego colgó.

Henry y yo nos paramos y salimos al acensor, le dije a Ezequiel que se encargará de todo y que cualquier cosa informara. Entramos en el ascensor y no puedo evitar sentir nervios.

Cuando salimos del ascensor nos dirigimos a la salida y salimos de la empresa, Henry había venido en su carro pero decidió irse conmigo, de inmediato me adentré a la carretera.

- ¿Que crees que sea?- preguntó este mirándome preocupado.

- A No se, ¿y...si es Ana?- pregunte mirándolo.

- ¿Ana?- preguntó arrugando las cejas- no, Ana no será

- No me ha escrito en todo el día- dije recordando que siempre lo hacia.

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