Sombras

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Singto suspiró pesado mientras que se estiraba en su silla, había terminado los documentos para la mañana siguiente que Liana se había encargado de darle antes de salir, los contratos y otras cosas importantes de la empresa ahora se hallaban apilados a un lado de su enorme escritorio, todos con su firma en ellos, todos menos uno.

─ Nunca creí que existiera alguien con los huevos para querer joderme ─el brujo sonrió ladino, ansioso por hacer trizas al ingenuo cordero que quiso desafiar al lobo

Colocó ese vista previa del contrato en la carpeta en la que vino, asegurándose de mantenerla separada del resto de documentos, mañana se llevaría una reunión con esta persona y ahora que había descubierta la osadía de ese sujeto, se encargaría de que solo Liana estuviera presente e informará a la otra parte que solo su secretario estuviera.

De reojo vio que una de sus sombras empezó a moverse de manera frenética, el brujo vio al resto de figuras que se movían libremente por cada rincón de su despacho, todas empezaron a hablar al mismo tiempo, los murmullos pronto invadieron el espacio antes silencioso, esta vez Prachaya sintió que algo estaba terriblemente mal.

─ ¿Que las tiene tan inquietas?

"Lo están hiriendo"

"Siente dolor"

"No esta respondiendo"

"Apenas respira"

"Quieren asesinarlo"

─ ¿De quien me están hablando? ─Singto se veía desconcertado ante la actitud de sus ciervos

"Musa"

Esa sola palabra logró revolver su estomago con fuerza y levantarse del asiento en el segundo que la escuchó, el miedo se apoderó de él al igual que rabia por dos respuestas en particular, alguien lastimaba a su musa y estaban pensando en deshacerse de él.

Sabía que sus sombras nunca dirían algo que no fuera cierto, pues serían exterminadas con un movimiento de muñeca del moreno, mas aun así este quería comprobar cual era la magnitud de la situación para poder tener una apropiada reacción.

Corrió hasta la habitación secreta de su apartamento, donde lo primero que hizo al ingresar fue irse a la mesa del centro e inclinarse sobre la bola de cristal.

Ostende mihi beatum puerum qui electus est ut tenebras meas luceat

La bola entonces se iluminó, mostrando una imagen casi apocalíptica de las calles de Bangkok, personas protestando, guerras con policías, incendios, todo estaba fuera de control.

Mas el detalle mas escalofriante no fue eso, sino el ver el cadáver de su musa colgado del techo de su cuarto, con toda la nación llorando su perdida, la piel blanca ahora parecía gris y opaca, los labios rosados se volvieron morados y reventados.

Toda la sangre se le fue a los pies de golpe, el miedo se instaló tan profundamente en su pecho que le dolió, algo quemaba en él pero por fuera su cuerpo estaba en perfecto estado, por primera vez en siglos volvió a sentir eso, ese pánico de perder a alguien que amas

La ansiedad se acumuló y en un arranque quiso marcar a Liana para acordar una reunión urgente con ella, mas antes de que pudiera sacar el móvil de su bolsillo, varias mariposas negras y moradas oscuras comenzaron a volar, multiplicándose en segundos hasta formar un torbellino a su costado, formando una figura humanoide que poco a poco reveló al príncipe de la avaricia.

Tormento Mortal ☪ SingtoKristWhere stories live. Discover now