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―No me digas que estás pensando ir, ―Haechan preveía la respuesta y se negaba a ella al mismo tiempo. ―¿¡Estás loco!? ―alzó sin haberlo notado.

―Si, ¿Qué otra oportunidad crees que tengo? Vivir con miedo no es lo mío. ―bufó el omega, molesto por los reclamos del alfa.

Haechan llevaba al rededor de veinte minutos reclamando por su decisión, a cada minuto que pasaba su desaprobación crecía y Renjun se sentía más histérico.

―¿Qué es lo tuyo entonces? Claro, se me olvida que eres tan valiente, ser un suicida es lo tuyo. ―escupió cubriéndose el rostro con las manos.

―Cuida muy bien lo que sale de tu boca, ―El pálido lo apunto amenazante. ―Tengo miedo, ni te imaginas cuanto, pero no puedo ni quiero seguir así, necesito salir a la calle en paz, sin pensar que mi ex esposo aparecerá en alguna parte y me hará desear estar muerto.

Respondió sentado en la cama, haciendo su mayor esfuerzo por mantener la calma.

―¿Crees que no te entiendo? Lo que más quiero es que seamos una maldita pareja normal, se te olvida que como alfa puedo batirme a duelo con él, o tendré que defenderme si me ataca.

Renjun debía reconocer queHaechan tenía algo de razón en su argumento, pero bien, él quería hacer las cosas a su manera, aún conociendo todos los riesgos de ello.

―No, no me olvido de eso, te recuerdo que los vi en mi casa apunto de pelear. ―cruzó los brazos sobre su pecho, ―Solo dejame hacer el intento, además puedes acompañarme en cubierto para que no te reconozca, ―lo miro, conectando sus miradas. ―Prometiste protegerme, no moverte de mi lado, ¿Vas a desechar tu promesa ahora?

Lee no respondió, se limitó a resoplar aún en desacuerdo con esa idea.

―Dime, ¿Vas a cumplir con tu palabra o no? ―Renjun se estiró un poco para tocar su brazo.

El alfa se deshizo del agarre y volteo con brusquedad hacia él.

―¡NO, NO VAS A IR A ESE LUGAR! ¡NO VES QUE PODRÍA HACERTE DAÑO!

Su puño cerrado estalló contra la mesa móvil a unos metros de la cama, fue un golpe seco en el que por milagro nada resultó roto. Haechan se observó a sí mismo, su exabrupto y el cómo asustó a su omega.

―P-Perdón, y...yo no quería... ―habló temeroso.

Se acercó, lento, con la intención de darle una caricia, o un abrazo si es que se lo permitía. Renjun le dio una bofetada con la mano abierta, como un acto reflejo por su propio miedo.

―Quiero estar solo. Por favor. ―pidió.

El corazón le latía desbocado, sus ojos se cristalizaron y el aire le faltó. Haechan comprendió que había actuado mal, solo le quedaba darle espacio, rogando que más tarde lo perdone.

―Yo...Vendré a verte cuando estés dormido... ―murmuró cabizbajo.

Renjun asintió, espero a que saliera y respiro hondo. Le dolía tener ese comportamiento, pero la mejor opción para él era darse a respetar, la compasión no es algo que se puede ejercer todo el tiempo, y eso tenía que aprender respecto a Jisung.

[...]

Haechan decidió caminar al estacionamiento del hospital y permanecer allí un rato. Un par de lágrimas amargas rodaron por sus mejillas, deseando no haberse portado de esa forma. Ladeo su rostro a la izquierda y vio a Taeyong saliendo.

El chico alto se percató de su presencia bastante rápido. Miro a donde estaba y camino a su sitio.

―¿Todo bien? ¿Qué sucede? ―preguntó inquieto.

El rubio le explico todo, desde su llegada, el pequeño problema y la discusión.

―¿Porqué reaccionaste así? ―ese recargo en la pared imitando su acción.

―Falta de autocontrol, ―suspiró, ―A veces pierdo los estribos, hace varios años atrás solía discutir mucho con algunas personas, mi hermano, mi padre, luego de mi matrimonio frustrado me calme, creí que ya no volvería a ser así, pero en la primer discusión con mi omega termino asustandolo.

Respondió, avergonzado al recordar cómo Renjun retrocedía, con los ojos cristalizados, deseando tenerlo lejos.
Taeyong suspiró, por un lado quería golpear a Renjun en la nuca, tal parecía que su amigo tenía gusto por los alfas descontrolados a su entender, o es que tenía una especie de mala suerte.

Comprendía que Haechan y Jisung eran niveles diferentes, pero eso no quitaba el hecho de que ambos debían trabajar mucho en si mismos.

―Mira, aún no te conozco mucho, pero entiendo que solo quieres protegerlo, perdiste el control porque estas asustado ¿No es así?

Haechan asintió de acuerdo con sus palabras.

―Ahí tienes tu respuesta, no es algo malo, siempre y cuando procures que no se volverá a repetir. ―levantó la mirada hacia el cielo estrellado. ―Jaehyun, mi alfa con personalidad de omega, es de tipo pasivo agresivo, solía estallar muy rápido por cosas pequeñas, iniciaba una conversación calmado y de repente levantaba la voz, hablaba muy rápido. ―sonrió —Si jugábamos algún juego de mesa podía incluso discutir con Doyoung, ―la risa contagiosa inundo el silencio, ―Recuerdo que, la primera vez que vinimos al hospital, el doctor no sabía que era por la pierna, lo miró y le dijo "Luces enfermo, tu cara es la de un enfermo", Jaehyun le respondió, "¿Enfermo? No, yo no luzco enfermo, no estoy enfermo, le estoy pagando para que revise mi pierna, no mi como se ve mi cara"

El menor le escuchó antento, riendo por las anécdotas compartidas.

―¿Como lograste calmarlo? ―indagó mirándolo de reojo.

―Doyoung y yo lo hicimos, con amor y paciencia, le enseñamos a controlarse, ahora es una palomita de paz. ―suspiró. ―Jae se siente tranquilo andando en bicicleta, visitando museos, cuidando sus pequeñas plantas, incluso se ve adorable cuando lo llevamos a la playa para buscar cangrejos.

A ojos del alfa, su mayor irradiaba amor por el moreno en cada palabra.

―Lo que quiero decir, es que debes encontrar paz en algo u alguien para mantenerte tranquilo ¿Entiendes?

El rubio asintió, agradecido con su sabia respuesta. Una vez que ambos se despidieron, Haechan se marchó hacia la habitación de Renjun.

Su omega dormía de costado, con las manos colocadas entre las piernas cerradas. Transmitía mucha paz, y ahí es cuando Haechan encontró su razón.
Renjun era su paz, amarlo era la razón de su tranquilidad.
Avanzó despacio y se acostó en la cama, abrazando con cuidado el cuerpo que tanto amaba.

INFIDELIDAD  °Renhyuck°Where stories live. Discover now