CAPÍTULO 19

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Hyukjae sabía que estaba soñando. Podía oír la voz de Donghae como si él estuviera a una gran distancia, y Hyukjae sonrió, esperando a que él se acercara más. Pero alguien lo detuvo. Sonaba como un oficial de policía, bloqueando su camino, cuestionándolo. Pero por qué habría...

Los ojos de Hyukjae se abrieron de repente, y sintió un destrozador dolor de cabeza mientras intentaba empujar a través de la niebla de sus medicamentos para el dolor. Joder, ¿cuánto tiempo había pasado? Él recordaba a la enfermera bombeando algo en su IV luego de colgar el teléfono con Donghae.

Su novio. Viniendo. A la sala de emergencia.

Hyukjae se las arregló para sentarse, haciendo una mueca por el dolor. El ruido de la emergencia no ayudaba, pero lo habían movido a una habitación en lugar de a sólo una cama rodeada de cortinas. Él podía ver un poco del ajetreo y el bullicio de la sala de la emergencia por fuera de la ventana de vidrio.

Y entonces, como si fuera una señal, su tía entró, pareciendo aturdida y exhausta.

—Cariño, hay un chico allí afuera. Dice que es un amigo de la universidad —dijo ella amablemente, inclinándose hacia él.

—Él no necesita ninguna visita —espetó su tío, y Hyukjae pudo sentir la ira saliendo de él. Pero, ¿hacia Hyukjae? ¿O hacia su padre? ¿O hacia toda la maldita situación? —. Envíalo lejos, Suhee.

—Pero ha venido todo el camino... —contestó su tía con vacilación mientras Hyukjae sólo se sentaba allí tontamente, inseguro de qué hacer, todavía intentando sacudir la neblina de su cerebro. Maldición, ¿qué diablos le habían dado? Claramente lo había noqueado por un tiempo.

Hyukjae examinó a su tío, quien estaba comprimido en una silla demasiado pequeña. El gran, rudo ex estrella de fútbol en su propio derecho. Un hombre que había votado por Obama la primera vez, pero no la segunda. Quien miraba las noticias de Fox en ocasiones y al que realmente le gustaban sus pistolas. ¿Cómo reaccionaría su tío a Donghae?

Luego Hyukjae miró a su tía, la hermana de su madre, con sus amables ojos que estaban sombreados con culpa en ese momento. Como si ella hubiera debido hacer más para apartarlos de su padre.

Pero ella no hubiera podido hacerlo. Su padre había sido demasiado cuidadoso... hasta esta noche, cuando Hyukjae se había declarado ante él. Que finalmente lo había empujado hasta el borde. Lo había llenado de tal odio y asco hacia su propio hijo.

Oh Dios, Hyukjae no podía pasar por eso otra vez esta noche. No con su tía y tío. Los necesitaba demasiado ahora. Sus hermanas también lo hacían. ¿En que había estado pensando Hyukjae? ¿Qué si ellos también estaban asqueados? ¿Qué si ellos no lo querían en sus vidas?

Hyukjae simplemente había estado abrumado y herido y... él habría querido a Donghae a su lado. Pero habría sido egoísta. Él era tan, tan estúpido.

Antes de que Hyukjae pudiera decidir un curso de acción, Hope estaba en la puerta. Y, detrás de ella, Haru estaba empujando a Donghae hacia adentro de la habitación.

—Este es el amigo de Hyukjae, Donghae —explicó Hope, tranquilamente, pero con firmemente—. Él llamó más temprano, y Hyukjae le dijo que viniera. Así que démosle la bienvenida.

Sin su padre cerca, parecía que ella estuviera encontrando su voz de nuevo.

Donghae entró a la habitación titubeante, claramente no esperando una audiencia, pero cuando se giró a ver a Hyukjae, su cara palideció—. Oh por Dios, ¿qué pasó?

—No es tan malo —dijo Hyukjae automáticamente.

Aunque el dolor de los cortes profundos estaba de locos. Él sabía que tenía diez puntos por el corte en su frente, y seis por el que tenía en su mano. Su mano podía doler como el infierno, pero él se las había arreglado para escudarse del vidrio volando a sus ojos. También sentía un bulto en la parte de atrás de su cabeza de donde su padre lo había golpeado contra la pared, sin mencionar que sus costillas dolían un poco. Pero él tuvo suerte en serio—. Podría haber sido peor.

Kwoteobaeg -  EunHaeWhere stories live. Discover now