A Way Home | Traducción

Un Camino A Casa

La isla verde se aleja en la distancia, como un sueño demasiado hermoso para ser recordado. No es su primer hogar, no... pero sí el primer lugar donde alguien le sonrió y le dijo: A partir de ahora, este será tu hogar.

La brisa del mar es amarga por la sal. Xiaohei se queda mirando el horizonte todo el tiempo que puede, viendo cómo desaparece la isla. No quiere mirar hacia la parte delantera de la balsa. ¿Qué habría que ver? Sólo la espalda ilegible del humano, su postura perfecta e inflexible.

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Después de la tormenta, Wuxian deja poco a poco de pensar en su pasajero como "ese pequeño espíritu de gato problemático". Es difícil decir qué sustituye exactamente esa etiqueta. Algo sobre el talento y el potencial, tal vez, aunque no sigue ese pensamiento hasta su conclusión. Un compañero de tipo espiritual en parte metálico y en parte espacial. Tal vez sólo "Xiaohei", ahora que sabe su nombre.

No es que haya cambiado mucho más. El gato... Xiaohei, sigue intentando escapar, después de que vuelven a tierra firme. Wuxian supone que no debería haber prometido dejar ir a Xiaohei, en primer lugar. Pero el Gremio es seguramente el único lugar apropiado para este espíritu, este niño que no sabe lo que es mejor para sí mismo.

En su cabeza, una voz que suena un poco como el viejo Jiulao dice: Y tú quieres ver en qué se convertirá, ¿no?

Lo hace.

Observa cómo Xiaohei progresa en varios frentes. La creciente confianza con la que envía fragmentos de metal cantando por el aire. Cómo pasa de gruñir a los humanos bien intencionados a aceptar sus regalos de comida. Su concentración, su control, su paciencia. Mejora más rápido que las habilidades culinarias de Wuxian, ciertamente.

Observar es la parte fácil; Wuxian no siempre está seguro de qué hacer con sus observaciones. ¿Qué significa que Xiaohei todavía se eriza ante cualquier mención del Gremio y sin embargo, ha aprendido a ronronear ante el contacto de un niño humano? ¿Que Wuxian mire a Xiaohei y vea tantos caminos posibles, incluyendo patrones de vida que nunca ha imaginado? Ser parte de ambos mundos, en lugar de ninguno.

Wuxian tiene pocas ilusiones sobre sí mismo; no se llega tan lejos sin un grado decente de autoconocimiento. Y sabe lo suficiente sobre el mundo, sus verdades y obviedades. Como, por ejemplo: Los estudiantes también tienen mucho que enseñar a sus maestros.

Hay una premisa que él reconoce, y luego deja suavemente de lado. No es su elección.

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Después de la ciudad, después de la noche de oscuridad y escombros, después de que un viejo conocido desaparezca tras la verde vegetación que tanto había amado... después de todo, llegan por fin a la Sala del Gremio.

Y luego la abandonan, juntos. Xiaohei se aferra a Wuxian durante todo el camino hasta el final del muelle.

«Esto es nuevo» piensa Wuxian. Esto también es algo que puede aprender.

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Salen a la carretera. Todo y nada ha cambiado. Xiaohei sigue dando saltos con toda la energía de un joven espíritu felino, y ocupa su lugar en la cesta delantera del scooter como si estuviera hecha para él, y se come los intentos de Wuxian de hacer pescado a la parrilla con profunda reticencia. Pero no hay la correspondiente reticencia cuando se trata de entrenar... y, por supuesto, ya no necesita huir.

—¿A dónde vamos? —pregunta Xiaohei, en el segundo día de travesía por el campo—¿Es un recado?

—Siempre hay recados —responde Wuxian sin ánimo de ayudar.