Tercer capítulo

331 41 0
                                    

Mareada con tus cambios de humor, con la forma en que agarrás mi mano, frotás tu pulgar en mi piel, y la soltás con asco cuando alguien se acerca. Tan perdida y tan sucia, me siento desechable.
Y sos tan raro, tan indescifrable. Soy tu pequeño y sucio secreto. Me doy asco, y nos culpo.
Solía pensar que eras tan inteligente, tan astuto y profesional; pero sos un niño -y me das tanta lástima. Me apeno de haberte elegido. Pero acá estoy, con un corazón en llamas por vos.

M. Y.Where stories live. Discover now