∂íα 6 | яє¢υєя∂σѕ νινσѕ

176 15 25
                                    

El cielo se muestra muy precioso y puro, manchado con una gama de colores que va desde el rosa hasta el naranja y nubes luctuosas que dejan pasar algunos rayos de sol, cayendo justo en su rostro, dándole a su piel rosa una apariencia suave y juvenil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El cielo se muestra muy precioso y puro, manchado con una gama de colores que va desde el rosa hasta el naranja y nubes luctuosas que dejan pasar algunos rayos de sol, cayendo justo en su rostro, dándole a su piel rosa una apariencia suave y juvenil.

Se arregló y peinó de una manera particular —considerando que su corto y esponjoso cabello no le permitió inventar mucho—, simplemente maniobró su cabello hasta conseguir una coleta baja con pequeños rizos que caían libres en su rostro. También jugó con su maquillaje; decidió agregar algunas pecas en su rostro, contorneó sus ojos con delineador blanco y agregó algo de brillo en sus lagrimales. Para terminar, su vestir era tan simple como un overol marrón ancho y una camisa blanca.

Mina mueve su cabeza de lado a lado mientras se deja caer en el césped. Está muy contenta con su apariencia y puede decir que Sero también, a juzgar por —lo que ella cree—, son ojos de adoración, que no hacen más que brillar hacia ella con ternura y amor.

—Amo cuando me miras así —Mina admite, extendiendo la mano para alcanzarlo y pasarla suavemente, pero con necesidad. Siente que él, está muy helado, decide ignorarlo por el momento regalándole una sonrisa—. ¡Aún recuerdo la primera vez y todo!

—¿Cómo olvidarlo? —Sero susurra, sus palabras desvaneciéndose en el aire mientras una sonrisa nostálgica se extiende en su rostro.

—Amor, quédate quiet- Quieto. ¡Te vas a lastimar, Sero!

—Lo siento, lo siento —Sero jadeó al sentir un agarre mortal en su rostro—, e-estoy lo más quieto que puedo —Mintió descaradamente con una sonrisa de lado y sus manos buscando de donde apoyarse.

—¡Sero!—Mina chilló en reclamo.

—Ay, ¡espera, pues! —Sero cerró sus ojos con fuerza por instinto —, ¡me duele, mujer! ¿No puedes hacerlo más lento?

—Umm —Mina tomó aire y se inclinó hacia atrás, quitando su peso de él—, sí, claro —susurró, aflojando su agarre en el rostro del pelinegro—. ¿Ahora sí?

—Mhh —Sero asintió y se tensó con anticipación. Sus ojos se cerraron instintivamente cuando el... ¿pincel? entró en contacto nuevamente con su parpado.

—Ya casi término —Ella susurró. Sintió a Sero resoplar y removerse, indicio de que aún quería protestar—. No, no te puedes mover.

Sero resopló de nuevo por la nariz y suspiró aliviado una vez que Mina terminó el delineado.

—¿Ahora qué? —Preguntó, parpadeando repetidas veces, con una repentina necesidad de restregar su ojo.

—¿Puedo intentar algo más? —Ella ladeó su rostro, intentando ocultar su risa ante la mano de Sero que parecía querer subir hasta su ojo, solo para detenerse a mitad de camino.

¡sʜɪɴᴇ! | Bakusquad Ship Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora