chapter 24

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❝ Nunca creí que volvería a ver tu horrenda cara de nuevo, Mew Supassit.❞

...

—¡Devuélveme a mi mocoso, Mew!

Max y Tul estaban a unos metros de atraparlos.

—Mierda. Aim, rápido. —Se dirigió al rubio empujándolo para sacarlo del pequeño trance que había tenido, Mew comenzó a correr entre la gente con Gulf.

Aim obedeció siguiéndolos por detrás, la gente tapaba la vista de ambos hombres.

—¡¿Qué mierda esperan, eh?! ¡Vayan a perseguirlos!—Ordenó Max de manera tensa a sus dos hombres, Tul también comenzó a correr detrás de ellos. Max sabía que nada saldría bien así que con pesadez decidió emprender marcha también.

Mew siguió caminando con rapidez perdiéndose entre la gente, Gulf apretaba su mano con fuerza, no quería irse.

—¡Detente ahí, Mew! La manzanita es nuestra. —Tul seguía corriendo detrás de ellos, sus gafas de sol habían caído al suelo. 

El mercenario gruñó ignorando los gritos del escandaloso de Tul, soltó una gran maldición cuando se vieron interceptados por los dos hombres de Max en una esquina solitaria. Estaban acabados.

—Mew...no otra vez. —Susurró el moreno aferrándose al cuerpo del tatuado, Mew le correspondió de la misma forma. Nadie le arrebataría a su pequeño ángel de nuevo, primero se los lleva al infierno antes de que lo toquen.

—Eres mío para la eternidad, Gulf. No te dejaré ir.

—Vaya, vaya. —El empresario llegó al lugar seguido de Tul quien tenía una encantadora sonrisa en su rostro, cínicamente saludó al moreno. —Nunca creí que volvería a ver tu horrenda cara de nuevo, Mew Supassit.

—Oh, Max. Me vale verga si querías verme o no, ni siquiera te recordaba hasta hoy. —Soltó duramente ganándose la risa de Tul, Mew apretó la cintura de Gulf cuando notó que se acercaba.

—Ni te atrevas a ponerle una puta mano encima, Tul. Te juro que te haré que te tragues tus propias bolas, traidor hijo de perra.

—Eres un grosero, Mew.  —Respondió Tul pasándose una mano por las hebras grisáceas, Mew seguía observando la escena seriamente. — Hola, Aim. ¿Debería decir que es un gusto volver a verte?

Aim se tensó observándolo de reojo, estaba detrás de Mew mientras en su mano escondía el arma.

—No lo es para mí, traidor.

—¿Traidor?—Tul rió encantadoramente acercándose todavía más a los tres chicos. —Sólo miré a otros horizontes.

—Dejen sus mariconadas cursis para después. —Expresó Max con frustración, sólo quería llevarse al mocoso y follarlo duramente.

Mew sintió la agitada respiración de Gulf en su cuello, algo andaba mal en ello.

—P'Mew...—Susurró aún escondido entre su cuello, Max observaba fríamente la manera en la que el mercenario tocaba a lo que consideraba suyo.

—Hey, muñequito. ¿Qué mierda sucede?—Le cuestionó mirándole a los ojos, Gulf se aferró a su camiseta para evitar caer al suelo. Mew lo sostuvo firmemente de la cadera mientras observaba el estado deplorable del chiquillo. —Gulf, háblame.

—Tul, ve por él.

El grisáceo asintió dando pequeños saltitos al acercarse, irradiaba felicidad cínica por doquier. Aim de inmediato le apuntó con la arma temblando un poco pero seguro de lo que hacía, los dos hombres de Max apuntaron al rubio instantáneamente. No habría forma de salir vivo.

—Suelta esa arma, niño. Sabes que saldrás tiroteado por mis dos hombres. —Habló el empresario duramente dedicándole una penetrante mirada, Tul esbozó una mueca de aburrimiento.

—Mew, n-no puedo...—Logró articular el moreno sintiendo nuevamente el aire escapar de sus pulmones, el mercenario lo tomó del rostro obligando a que lo mirase. —Está sucediendo...de nuevo.

—¡Ajá! ¿¡Y planeas dispararme aquí? ¿Olvidas que hay gente? Tu fachada de empresario santo se caerá. —Mencionó Aim balbuceando sin dejar de apuntarle al caníbal.

Max apretó su mandíbula con enojo y se quitó las gafas que poseía.

—¿Crees que van a creerte a ti, desgraciado? Te buscan por asesinato y ese imbécil de ahí está muerto legalmente. —Le dijo con ironía sin dejar de observar como la arma temblaba entre sus manos, sonrió con aires de superioridad mientras a su lado Tul estaba ansioso por quitarle a Mew lo que quiere. —En cambio, yo soy un exitoso empresario y Tul es el dueño de un famoso restaurante. Puedo decir que ustedes dos quisieron secuestrarme a mí también justo como lo hicieron con el mocoso.

—Gulf, cálmate. Mírame a la cara, amor.

El mencionado observó a Mew con sus ojitos cristalizados, a pesar de tener las manos del mayor en su rostro no lograba calmarse. No con el miedo que sentía.

—Mew..no dejes..que

—No te dejaré ir. Joder que no. —Lo interrumpió con brusquedad besándole en los labios sin importarle que estaba a nada de morir por Max. —Naciste para ser mío, Kana.

—¡Tráelo aquí, Tul!—Gritó Max harto de la palabrería, el grisáceo se acercó a la pareja.

—No vas a tocarlo.

—¿Quién dice que voy a tocarlo a él?—Respondió coquetamente trazando líneas imaginarias en el pecho del tatuado, Mew le sostuvo de la muñeca con fuerza distrayendose en la acción. —Ups.

Tul aprovechó la oportunidad para atraerlo consigo y golpearle en al abdomen con la rodilla, los dos hombres de Max rápidamente se acercaron tomándolo de los brazos.

—¡Carajo, Tul! ¡Déjalo!—Le gritó Mew furioso intentando librarse del fuerte agarre de los hombros, por un momento logró golpearles a los dos en el rostro pero de inmediato lo atraparon antes de que siquiera se acercara al sollozante Gulf.

—Hey, manzanita. Dame la mano. —Pidió Tul mordiéndose el labio conteniendo sus ganas de reír, abrió su boca impresionado cuando vió al menor. —¡Wow! ¿Esto no te parece un déjà vu?

Gulf soltó pequeños quejidos al no poder respirar de manera adecuada, estaba sufriendo al ser preso una vez más de un ataque de pánico.

Aim seguía paralizado, el arma estaba en sus manos pero Max le apuntaba con otra muy cerca.

—Manzanita deliciosa, sabes que soy impaciente.

—Por favor, s-sólo...yo no puedo..

—¿No puedes respirar? ¡Lo hubieras mencionado antes!—Exclamó con falso enfado agachándose a la misma altura que Gulf en el suelo. —¡Te pasaré respiración boca a boca!

—¡Déjalo en paz! ¡Mierda, Tul! ¡Ya basta!—Los gritos desesperados de Mew hicieron que Max se girara a verlo con ligera impresión.

Aim no resistió ver más la escena, era desgarrador ver como Mew luchaba desesperadamente por safarse del agarre. Desesperado por no ayudar. Sus ojos vagaron en Gulf, él también sufría siendo víctima del ataque de pánico. Tenía que ayudar.

Y ayudó jalando del gatillo.

𒊹︎︎︎𝑫𝑬𝑷𝑷 𝑾𝑬𝑩 -(𝑴𝒆𝒘𝑮𝒖𝒍𝒇) ✔️Where stories live. Discover now