Perfecto

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-No, no, no, esto no puede estar pasando- Gulf habló más para sí mismo que para Nani, quién seguía viendo los dos autos tras ellos, ambos estaban inmóviles sin dar señales de que su conductores estuvieran conscientes

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-No, no, no, esto no puede estar pasando- Gulf habló más para sí mismo que para Nani, quién seguía viendo los dos autos tras ellos, ambos estaban inmóviles sin dar señales de que su conductores estuvieran conscientes. Su amigo en su lugar trataba de quitar su cinturón pero sus manos temblorosas hacían que dicha tarea se le complicara.

-Espera Gulf, no puedes salir así como así- Le regaño al ver que por fin se había liberado y estaba abriendo la puerta, fue ignorado por el pelinegro que sin perder más tiempo bajo del auto, sus piernas temblaron ligeramente al ver toda la escena, el auto de Trump había terminado chocando con un muro de contención y el de Mew estaba a unos metros más adelante, lo único que podía ver de él, era el parabrisas roto, el metal lleno de abolladuras y la bolsa de aire en todo su esplendor.

-Gulf- Le llamó Nani poniendo una mano sobre su hombro intentando que no avanzará, pero era imposible su corazón y su mente le exigian seguir. Con un poco de brusquedad apartó la mano de su amigo, nadie le impediría ir hasta Mew.

Sus ojos se humedecieron, aunque se esforzaba por respirar correctamente era como si tuviera una obstrucción en la garganta que no lo dejaba hacerlo. Miró en dirección al auto, todo su cuerpo estaba temblando sin control, mientras avanzaba no podía dejar de estar asustado al pensar en que Mew podría estar herido de gravedad.

Nada en ese momento le importaba. Solo quería a Mew con él, llamándolo osito y sonriendo como solo él podía.

Las voces comenzaron a ser lejanas, el dolor en su cuerpo desapareció y solo podía sentirse aturdido. No supo que había comenzado a caminar hasta que pisó uno de los cristales del parabrisas produciendo un crujido que lo trajo a la realidad.

-Gulf espera, deja que lo revisen primero- Se sorprendió cuando Bright lo sujeto del antebrazo, no sabía en qué momento había llegado, o de dónde había salido.

-¡Vete al infierno, Bright!- Gritó apartándose de él con un empujón, su dedo había dolido pero no tanto como su corazón, estaba más que enojado con el nombrado- ¡¿Donde carajos estaban los inútiles de tus empleados?!- Grito de nueva cuenta, sintiendo sus emociones ser un torbellino en ese momento- ¡Se suponía que nadie saldría herido!.

-Gulf, tranquilizate- pidió Nani paciente, guardando su distancia para no ponerlo más nervioso pero aun así bloqueandole el paso al igual que Bright.

-Quitate, quiero verlo y ustedes no me lo van a impedir.

-Ya llamé a un médico, está en camino, se que quieres ir con él, te entiendo pero...

-¡No me entiendes!- Lo interrumpió con voz quebrada pero gritando- ¡Puede que sea tu amigo, pero es mi esposo!

Bright le miró, los ojos del más pequeño estaban totalmente rojos, anunciando que las lágrimas estaban siendo retenidas y el tono de su voz lo confirmaron, aunque Gulf estaba con el ceño fruncido de enojo, también se veía asustado.

Matrimonio ArregladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora