Donde Annabelle Malfoy se comprometió con Regulus Black desde los 9 años, sin saber que terminaría completamente enamorada de él, ella una Gryffindor, y el un Slytherin, ella una merodeadora, y el un purista, todo estaba destinado a salir mal, pero...
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Para las vacaciones de verano del segundo año de Regulus Black y el tercero de Annabelle Malfoy, todos tuvieron que regresar a la mansión Black, la boda de Bellatrix y Rodolphus Lestrange estaba apunto de suceder, y era obvio que los necesitaban a todos ahí, obviamente para fingir ser la familia perfecta, y por petición de Walburga y Abraxas, Annabelle y Regulus tenían que ir juntos, como acompañantes. Era verdad que desde que Regulus había entrado a Hogwarts su relación con Anne se había ido en picada, cosa que no le agrado en lo absoluto a la leona, y mucho menos a sus padres, por eso habían decidido darles un pequeño empujón
-¿Dónde quieres sentarte?
-Sinceramente me da igual, elige tú- respondió con indiferencia Anne
-Mira aquí está Barty, vamos- la rubia solo lo siguió y se sentó a su lado cuando llegaron a los asientos, algunos minutos pasaron
-Ya me aburrí- soltó ella fastidiada
-Apenas llevamos veinte minutos
-Si, demasiado tiempo, enserio ya me aburrí, todo aquí es tan aburrido
-Eres enserio un fastidio- soltó con desprecio Regulus Black, cosa que puso particularmente triste a Anne- Lo siento Belle, no quise, es solo que
-Está bien, sé exactamente a lo que te refieres - ella se levantó rápidamente y se fue con uno de sus amigos fuera de Hogwarts, Edward Levinson, era hijo de sus padrinos, Stephen y Jane Levinson, ella y Edward se conocían desde que eran unos bebés, y tenían una gran relación-¿Crees que soy un fastidio?
-¡Por Merlín Anne! Claro que no, eres genial, ¿Por qué?
-Reg dijo que lo era
-El es un idiota, no le hagas caso
-Pero, ¿Qué sucede si no es el único que lo piensa?
-Entonces todos ellos también son unos idiotas, eres la chica más genial y divertida que he conocido, recuerda eso, eres bonita así que lo demás no importa
-Enserio estoy muy, muy aburrida
-Conozco un juego muggle que me enseñó un chico durante las vacaciones en América
-¿Y cómo es? ¡Enseñame!
-Es muy simple, se llama piedra, papel o tijera, ¿Okey?- mientras él mencionaba cada objeto le indicaba con su mano como hacerlo- así que solo debes elegir uno de los tres antes de que diga uno, dos, tres, ¿Bien? Ahora, piedra vence a tijera, tijera le gana a papel, y papel a la piedra, muy sencillo, ¿Estás lista?
-Claro, es algo de suerte
-Es mucho más que eso linda- las primeras rondas las había ganado Edward, pero después de analizar bien sus movimientos de las manos, logró descifrar lo que iba a elegir antes de haberlo sacado, tenía un patrón, y eso le ayudó a ganar las siguientes rondas- ¿Cómo lo haces?
