Capítulo 4

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Aquel niño yacía sollozando en el regazo de la chica, o bueno... de su madre.

—¿Por qué no pude conocer a mi mami? La necesito, ella no me hubiera tratado como lo hace mi padre—Decía sollozando.

Oh mi pequeño—Decía entre ella, ¿Como es que era posible que su padre le haya tratado así?

—Mami sería como la mamá de dumbo, la mataron—Dijo en niño, sintiendo los cariños de la chica.

—¿Quieres que te cante la canción de mamá elefante? —Dijo acariciando la mejilla del pequeño.

—Si, me encanta esa canción. Hueles como el aroma de mi mami, a rosas—Decía.

El corazón de la chica rápidamente se aceleró, no es que no quisiera decirle. Es solo que teme por la reacción del pequeño.

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—¡Despierta, debes despertar!

—Hija, o dios mio. ¿¡Que le hicieron a mi hija!?

—¡Despierta, despierta, despierta!—Se escuchaban voces de fondo.

—¡Despierta!—El gran grito la hizo despertar.

Rápidamente abrió los ojos, encontrándose con su hijo ya dormido en sus brazos.

Ya está amaneciendo y aún no había comido.

—Cometelo, Cometelo—La voz de su cabeza le decía.

La mujer rápidamente negó quitándose a su hijo delicadamente, lo menos que quería era despertarlo.

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. (en otra parte)

—¿¡Dónde está mi hijo!?—Gritaba el joven chico buscando a su hijo por todas partes. Pero aún así no lo encontraba.

—Ese chiquillo no es más que un malcriado, de repente de fue a jugar por ahí. Deberíamos aprovecharlo—Dijo besandolo  lentamente.

El hombre rápidamente negó empujandola.

—Lo que menos quiero es tener sexo contigo, yo solo quiero a mi hijo—Dijo mirandola con odio.

La mujer bufó—¿Si no te preocupo las otras veces por que ahora?—Dijo enojada.

—Aunque no lo quieras ese niño es mi hijo, y debo de cuidarlo. No quiero ser una Decepción para el—Dijo.

La mujer río con sorna—Por dios, Gwi Nam. Lo que más siente por ti es Decepción, ahora. ¿Por qué no mejor la pasamos bien?—Dijo insistiendo.

—¡Ya te dije que no!—Grito el hombre enfurecido—Ayudame a buscarlo—Dijo poniéndose la camisa.

La mujer rodó con ojos—Buscalo tu solo, ese huérfano no es nada mío. Es de la difunta novia que tenías—Dijo lo último con burla.

El negó botandola de la habitación.

Ahora mismo se sentía confundido hacia los pensamientos que esta sintiendo.

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Pasados..

La mano de la amada de él joven cayó al suelo, dejándolo roto por dentro.

—¿Que haré sin ti?—Decía sollozando.

No había sentido aquella opresión en el pecho desde ese día, pero ahora su chica había fallecido.

El negaba sollozando, aquel bebé en brazos se removia al sentir a su padre sollozar.

—Debo ser fuerte por nuestro hijo—Decía levantándose pesadamente.

Aquel pensamiento de abandonar a su pequeño bebé yacía en su mente, pero no podía. Eun ji estaría decepcionada de él si lo hacía, y lo que menos quiere es ese horrendo pensamiento.

Se fue dejando a su manada comiendo a los otros, fue corriendo hacia su hogar con su pequeño en brazos.

No lo podía dejar en un lugar tan horrendo como ese.

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Narra la narradora.

Los mitad zombie yacían gruñendo y comiéndose a sus prezas, eran tan imbéciles.

Pero de pronto  aquellos mitad zombies fueron asesinados por un militar, el capitán.

A pesar de todo, los estudiantes y conocidos de Eun ji seguían vivos. Como dice el dicho, hierba mala nunca muere.

—Ayúdenme, por favor—Sollozaba On-jo llamando la atención de los militares sobrevivientes.

Rápidamente fueron hacia la joven que yacía pidiendo ayuda.

A su lado estaban sus demás compañeros, claro que convirtiéndose en zombies.

Eso los hizo dispararlos.

—Llevatela—Dijo el capitán, los demás a sintieron llevándosela.

La llevaron hacia el carro militar, allí entraron.

—¿Que sucedió?—Dijo un militar.

—El novio, ese chico es un mitad zombie al igual que Eun Ji—Decía sollozando.

—¿La del campamento o es..?—Dijo.

—Eun Ji, no estoy hablando de la Eun ji del campamento. Eun ji, la novia de Gwi Nam era tan... ingenua—Decía.

El militar la escuchaba atentamente.

—El la manipulaba, y ella era tan idiota que le prestaba atención. Ahora ella está muerta y el es el zombie mitad humano que deberían matarlo—Dijo.

—¿Sabe donde está el cuerpo de la chica?.

—Está en el sótano, experimentaban con ella y bueno, nadie hizo nada por ella. De igual manera iba a morirse, pero se igual manera no encontraron la cura—Dijo.

—Eso es despiadado—Dijo el militar.

—Hable cuando hayan matado a un familiar suyo—Dijo.

—Y asesinaron a uno, y no por eso voy a hacer sufrir a una humana—Dijo.

—Esa cosa era todo menos humana.

—La llevaremos al centro, allí hay sobrevivientes—Dijo.

Ella asintió lentamente.

Una pequeña luz en este desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora