Apolo y Jacinto pasaron largos días juntos, se dice que el dios se enamoró tanto que descuidó sus labores en el Olimpo, ya no quería convivir entre los dioses y se escapó con su amante, quien tampoco quiso saber más de la nobleza, a los bosques de Amiclas, recorrieron las ciudades consagradas a Apolo en un carro tirado por Cisnes y jugaban en los campos por horas, dónde el radiante dios le enseñaba a Jacinto el arte de la poesía y la música con su perfecta lira, la medicina y la adivinación, y por supuesto los deportes Griegos tradicionales.
"Una brisa de verano besa mis mejillas sonrojadas, tanto por la presencia de Apolo como por la concentración que se necesita para mantener el arco tenso. Su aliento, tan sabroso como el incienso endulzado, calienta mi nuca. Cada bocanada deletrea sus palabras contra mi piel como poesía. Mis oídos están alerta y atentos. Mi espalda tiembla sabiendo que está tan cerca, sabiendo que su aliento me toca, deseando que sus labios lo hagan."
El príncipe estaba maravillado por su hermoso amante, más bello, más fuerte y rápido que cualquier hombre mortal. Se asombraba de sus capacidades y le encantaba retarlo, siempre ver a dónde podía llegar
"Levanta esto que ningún mortal puede levantar" "Arroja esto tan fuerte como puedas, quiero ver que desaparezca" "Ven y compitamos, corre tan rápido como te sea posible" "Lleva tu carruaje tan alto como puedas"
-No te cansas de esto. ¿Verdad? -reía Apolo cada vez.-Por favor, amo verte, amo ver lo fuerte que eres. ¿Lo harías por mí una vez más?
-Claro que sí, haré cualquier cosa por ti, Jacinto.
"Y cuando dice esas palabras, me calienta la luz del sol. Estar con él me aturde, es como estar ebrio, y no puedo evitar desear más de él. Me da su amor tan libremente, cuando estoy tan desesperado por este. Él me adora, cuando los demás han parado de hacerlo. Y entonces no puedo resistirme e inclinarme hacia él y besarlo, sus frescos y refrescantes labios son como lluvia en una mañana de verano. Cálidos, húmedos, bienvenidos.
Siento sus dedos enredarse en mi cabello, presionando nuestros labios más cerca. Pone mi cuerpo sobre el suyo, mis manos están hambrientas por sus músculos tensionados bajo su manto. Mis labios están atrapados entre sus dientes. Nuestras piernas se entrelazan, como las raíces de un árbol. Estoy a salvo en su tacto, en su presencia frente a mí, con sus brazos abrazando mi cintura.
Una brisa se levanta, se cepilla contra nosotros, desordena nuestro cabello, arrastra tierra hacia nuestros rostros. Dobla el pasto y trae a los frondosos árboles a la distancia un balanceo suave. Entonces, tan rápido como vino, rápido se va."
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Fun fact: Los textos que están entre comillas no me pertenecen, son de una historia corta de una nueva interpretación de este mito desde la perspectiva de Jacinto escrita por Brendon Zatirka en el foro Catapult. Está en inglés y la verdad me pareció bastante bonito. Les dejo el link.
https://catapult.co/stories/brendon-zatirka-short-story-greek-myth-apollo-hyacinth-zephyrus-lovers
