XVI

42 7 9
                                    

-Sabes- suspira Gabriel

-Que- lo mira Adrien

-Cuando tu naciste todo era perfecto tu madre estaba más sana pero entonces llego Félix todos decían que abortara que no se lograría una segunda vez- lo mira –yo lo creí y trate de hacer que tu madre abortara yo mismo le di él té – baja la cara avergonzado

-Espera no querías a Félix- lo mira curioso Adrien

-Espero esto no salga de aquí Adrien- se sube los lentes

-No padre- lo mira

-Si no lo quería podría matar a tu madre y me cerré ella vómito y no aborto se enfadó mucho y nos alejamos dos meses ella estaba muy grave y débil –suspira –el doctor me dijo que ella estaba desahuciada y que por lo que hice ella moriría para castigarme que lo que podía hacer era estar a su lado disfrutar nuestro tiempo juntos ser felices porque no dudaría mucho y demás- triste lo hice acepte dos meses después tu madre se había recuperado y decían que aun así ella moriría una semana antes de lo planeado ella tuvo contracciones y nació Félix en cuanto Félix nació la mordí- lo mira –tu madre está aquí – lo toma de los hombros

-Y si no funciona- triste

-Disfruta de los momentos es todo lo que te quedara-suspira –oh quieres pelear e imaginar que hubiera pasado si en vez de pelear hubieras disfrutado a su lado- lo mira

-No quiero lamentarme- se levanta el rubio

-Entonces sube y desayuna con ella y tu hijo- lo mira feliz

-Gracias Papá- emocionado camina a la puerta

-ve yo ordeno que limpien- lo mira

-Si- usa su velocidad para llegar con Marinette

-A donde iba Adrien- pregunta Félix curioso

-Con su esposa- lo mira –ordena que limpien voy a ver a tu madre- sale del despacho

-Mamá está enferma- pregunta Félix asustado

-No es solo que anoche se desveló- sonríe al recordar

-Está bien –se va para dar la orden que limpien

-Toc toc-tocan la puerta de la segunda habitación

-quien-pregunta algo ronca la mujer

-Yo amor- entra Gabriel

-Me dejaste ronca- se queja

-Anoche no decías lo mismo-sonríe y en un hábil movimiento la sienta en sus piernas y roza su erección

-Ah Gabriel- roja

-Aun tienes fuerzas para gemir- sonríe y coloca en cuatro para jalar la sabana y dejarla desnuda

-No mis hijos- se queja la mujer

-Nuestros hijos también lo hacen con sus esposas así que no molesten- entra en su esposa de un movimiento

-Ah Gabriel- se agacha y entra más

-Quiero otro hijo Lorenai- se mueve rápido y rico


LA SANGREWhere stories live. Discover now