13 - La cita

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"Quiero decir, simplemente asumí que una persona como Luisita nunca estaría enamorada de las mujeres, ¿sabes?", Dijo Amelia divagando mientras golpeaba con los dedos la encimera de la cocina. "Ella parece, no sé, ¿tradicional? ¿Conservadora?"


"Ahora estoy haciendo suposiciones, ¿eh?" Amelia sacudió la cabeza. "Obviamente, eso es una tontería, porque obviamente, estaba completamente equivocada, ¿verdad?"


Los grandes ojos marrones parpadearon mientras Teo chupaba y masticaba descuidadamente una pepita de pollo con forma de dinosaurio. Ketchup estaba sus mejillas y boca y la mano que usaba para alimentarse. Sonrió alrededor de la pepita y asintió.


"Si, tienes razón. Nunca volveré a hacer suposiciones". Se metió algunas de sus propias pepitas con forma de dinosaurio en la boca. "Pero, ¿por qué no me diría que a ella también le gustaban las chicas? ¿Somos amigas, verdad? Uno pensaría que eso sería algo que le dices a tu amiga".


"Por otra parte, no le he dicho que me gustan las mujeres, así que supongo que realmente no tengo espacio para hablar, ¿verdad?"


"¡No!" Teo sumergió una pepita en su salsa de tomate, salpicando, y Amelia se rió del niño.


"¿Sabes de qué estoy hablando?"


Sacudió la cabeza y tomó su taza de jugo. "¡No!", Repitió, y Amelia se rió aún más fuerte.


"Yo solo..." comenzó de nuevo. "Por lo general, tengo un gaydar increíble, incluso para mí. Quiero decir, sabía que era gay cuando tenía cuatro años y Laura Santiago me dio sus calcetines cuando los míos se hicieron agujeros en la casa. Adoré totalmente el camino por el que caminaba la niña".


"¡Soy un niño!", Exclamó Teo.


"Lo eres totalmente", dijo Amelia, sonriendo al niño feliz. 


Ella suspiró mientras llevaba sus platos ahora vacíos al fregadero y comenzó a lavarlos. Amelia humedeció una toallita y se acercó para limpiar la cara de Teo. Él se rió cuando la tela le hizo cosquillas en el cuello y Amelia le dio un beso en la frente.


"Eres un buen oyente, hombrecito".




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"Sinceramente, no sé si estoy buscando una relación seria en este momento", dijo Luisita. "Llevo bastante tiempo fuera del juego de citas, ya que mi hijo y mi carrera son mis prioridades".


"Eso es comprensible". Lourdes asintió. "Terminé una relación de cuatro años hace poco más de seis meses, así que tampoco estoy segura de si estoy buscando algo terriblemente serio. Pero, de nuevo, nunca se sabe. Si algo hace clic, hace clic. Yo creo que..."


El teléfono de Luisita vibró en su regazo y se retorció, con los dedos ansiosos por agarrarlo. Ella trató de enfocarse en Lourdes mientras la mujer hablaba sobre cómo estaba buscando un poco de diversión, pero no pudo hacerlo. Su mente seguía corriendo con pensamientos de Amelia.

Luimelia Amor y palomitas de maízWhere stories live. Discover now