Seoul ° [ʜʏᴜɴʟɪx] °

Capítulo Único

El mayor anhelo de todos siempre había sido hallar a su alma gemela, esa persona que te complementaría, que te haría la vida más feliz, te apoyaría en tus malos momentos y haría que tu mundo se llenase de color, literalmente, pues todo lo que los ojos vieran sería en blanco y negro, a menos de que el destino decidiera juntarte con tu otra mitad y conectaran miradas, justo en ese instante sus alrededores tomarían color. Los afortunados que había tenido la suerte de experimentar eso lo describían como algo mágico, como si una explosión de serotonina recorriera tu cuerpo, adrenalina pura llegando hasta la punta de tus dedos, una euforia inimaginable, hacías una conexión automática con esa persona y era simplemente fascinante ver como el mundo se volvía colorido de repente, sin dudas una situación muy especial. Claro que todo eso no era algo que consiguieras fácilmente, el mundo es demasiado grande, ¿cuáles son las probabilidades de encontrar a tu alma gemela en más de 7 mil millones de personas? Resultaba un poco desalentador, pero aun así, la mayoría de la población la encontraba antes de cumplir los 30, entonces todos solían ser optimistas, sabían que tarde o temprano pasaría y la felicidad que viene después hacía que valiera la pena esperar.

La madre de Hyunjin era una de estas personas llenas de positivismo y desde niño le narró lo increíble que eran las almas gemelas, asegurándole que encontraría la suya más antes de lo que imaginaba. El pequeño Hyunjin de entonces escuchaba con mucha atención, admirando como su madre siempre se mantuvo esperanzada y le transmitió esta emoción aun cuando ella no se encontró con su compañero de vida hasta pasada los 28.
Gracias a su progenitora, Hyunjin se pasó su infancia soñando con mil y un escenarios donde él y su otra mitad se conocían y eran felices para siempre, le entusiasmaba mucho pensar en cuando, como, donde, y más importante, quien sería. ¿Podría ser alguien que conociera en su instituto? ¿Alguien que viera por la calle? ¡¿Y si estaba en otro país?!. Tantas preguntas que solo el tiempo respondería, o eso pensaba. Pero todavía ahora, con sus 20 años recién cumplidos, ninguna de esas preguntas que tantas veces se cuestionó tenían una respuesta, aunque tampoco es que le importara eso actualmente.
Él estaba bastante bien con su vida, llevaba una carrera de diseño de interiores en la universidad, en su tiempo libre dibujaba o pintaba y tenía un pequeño grupo de molestos, pero buenos amigos. ¡Oh! Además, hace algunas semanas había comenzado a hablar con un chico por Instagram, se llamaba Felix y vivía en Australia, un poco lejos de su residencia en Seúl. El menor, solo por 6 meses, fue el primero en hablarle, de la nada a Hyunjin le llegó un simple "hola uwu" por privado y como no tenía nada mejor que hacer en ese momento decidió responderle al extraño, el cual resultó ser muy divertido y agradable, no sabía cuándo habían comenzado a llevarse tan bien, pero hablaban casi todos los días y siempre de un tema diferente, era increíble la habilidad que tenía Felix para sacar un nuevo tema de conversación y extenderlo tanto, era todo un extrovertido, según Hyunjin. Gracias a esto rápidamente supieron mucho uno del otro.

Felix vivía con su madre en Sídney, ella era coreana, pero se había mudado a Australia luego de cumplir la mayoría de edad, por eso el menor sabía tan bien coreano.
Ella tuvo un novio en su juventud que, aunque no estaban destinados, se gustaban y quisieron intentarlo, fue bonito al principio, pero la relación duró poco, se dieron cuenta de que sus intereses y personalidades no encajaban del todo y terminaron a los 4 meses. Tres semanas luego de eso ella descubrió que estaba embarazada, pudo haberse contactado con el padre, pero no habían terminado en muy buenas condiciones, él no fue precisamente considerado al momento de separarse, así que la madre de Felix decidió tenerlo sola e hizo un excelente trabajo. Era una historia que a Felix no le molestaba contar, a pesar de que fuera un poco triste y el que una persona tuviera un hijo con alguien que no era su alma gemela no fuera tan común, él lo narraba muy orgulloso.
Cuando Hyunjin supo todo eso se sorprendió mucho, pues era algo bastante personal y el menor se lo contó tan naturalmente a los pocos días de conocerse, pero eso ayudó a que Hyunjin sintiera más confianza con el otro y le fuera más fácil charlar. Ahora consideraba a Felix como uno más de sus amigos.