𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 𝗢𝗥 𝗛𝗘𝗟𝗟 ✓ 𝖴𝖯𝖯𝖤𝖱 𝖬𝖮𝖮𝖭𝖲 [+18]

家族

—La comida está servida —Avisé mientras esperaba a que mi padre y hermano se sentaran primero antes de que yo pudiera hacerlo.

—Te tardaste demasiado —Hiroshi (mi hermano) dijo mientras inspeccionaba la comida —Y no hiciste la gran cosa.

—Una disculpa, la próxima vez tal vez usted pueda... —Los ojos de él me advirtieron en pensar lo que diría. —Decirme qué desea comer.

—Buena niña, así me gusta —Me limité a sonreírle con falsedad.

Nuestro padre entró a la habitación con una expresión seria, lo que no era nada nuevo, cuando se sentó finalmente copié su acción.

Ambos agarraron los palillos de madera, mi padre dando el primer bocado, mi hermano el segundo y el último yo. Comimos en silencio, tenía prohibido hablar si ellos no me lo permitían.

—Padre, esto es una porquería —Comentó Hiroshi dejando el plato sobre la mesa con brusquedad —Un cerdo puede cocinar mejor.

—¿Disculpe? —Fruncí el ceño.

—No te estoy hablando a ti, por lo que no tienes derecho de abrir la boca —Sellé los labios, tragándome el orgullo también —Es una respondona, no hace nada y además es mujer, da vergüenza.

—Lo sé, hijo.

—Ya deberías venderla, es bonita al menos, puede que te paguen bien.

—Vale más de lo que me ofrecen, ¿crees que no he buscado a quién dársela? A este punto la dejaré en el Distrito de Yoshiwara —Me tensé.

—Padre... pero ahí...

—No comentes, tu hermano ya te advirtió.

Apreté los puños, clavando las uñas en mis palmas ya cansada de escuchar lo mismo.

Cada vez que me sentía como un objeto por culpa de mi familia no podía evitar pensar en mi hermano mayor, no el que estaba en frente de mí, el que se marchó hace algunos años.

"Ojalá me hubiese llevado con él."

Es lo que solía pensar los primeros meses, cuando me quedaba despierta hasta que amaneciera esperando que viniera a despedirse, después comprendí que si fuera él preferiría morir a tener que volver a este lugar.

Me preguntaba tantas cosas.

¿Cuántos años han pasado? Perdí la cuenta. ¿Se sigue viendo como lo recuerdo? ¿Su vida es mejor ahora? ¿Se acuerda de mí? ¿Me extraña? ¿Me olvidará? Porque yo nunca podría.

—¡Sayuri! —El gritó de mi hermano me hizo volver —¡Responde, inútil!

—Perdón, ¿cuál fue la pregunta? Me distraje —Las ganas que tenía mi hermano de tirarme una cachetada eran enormes, podía darme cuenta.

—Sayuri, me estás colmando la paciencia —Me vio con odio.

—Hiroshi, nunca la has tenido —Se mostró sorprendido.

En un parpadeo sentí mi mejilla arder y el cabello cubrió mi rostro, mordí mi labio mientras me repetía que no debía llorar. No por el dolor físico, más bien por el interno.

Mi padre bajó su mano, roja como el fuego.

—¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Tienes prohibido hablarle de esa manera a un hombre —Me dieron nauseas, la situación creó un nudo en mi estómago —Vuelves a hablar irrespetuosamente y no te imaginas lo que haré contigo.

No me atreví a mirarlo a los ojos, pues la valentía huyó de todo mí ser.

—Vete a tu cuarto, la comida estaba asquerosa y todavía así lograste quitarme el apetito —Ordenó mi hermano.