naruko la kitsune de otra dimensión

cap 4

Los tres hombres.

Uno con un arco y flechas, otro con una horca y el otro con una guadaña.

Tres inveciles estaban a un solo paso de su muerte.

Naruko les tendió una trampa que jamás olvidarán.

Trozos de cerámica y arcilla afilados llovieron sobre los hombres siendo lanzados por alguien en las sombras.

Les hicieron cortes y algunos de ellos se clabaron el los hombres.

Estos fueron los proyectos fallidos de naruko sabía que guardarlos sería útil y los lanzó de forma efectiva.

Los tres hombres ahora aterrados intentaron escapar pero escucharon un ruido sordo al menos dos de ellos.

Su compañero el arquero estaba muerto sin vida en el suelo.

Ante sus ojos estaba el cuerpo sin vida del fallecido cadáver de su amigo, con una cerámica atravesandole el cuello, creando un charco de sangre en el suelo.

Estos dos se aterraron y empezaron a huir.

Pero era muy tarde.

Una avalancha de cerámicas afiladas se clabaron en sus cuerpos, ellos murieron en unos pocos segundos.

Naruko tomo el poco metal que tenían esos hombres y también el dinero que tenían, parecían querer matarla y después irse a emborracharse.

Pero eso jamás pasaría.

Puesto que habían muerto.

Naruko miro sus cadáveres y los limpio de los restos de la cerámica y arcilla mal hechas que les lanzó.

Los tiro en el suelo y los escondió.

Después llevo a los cadáveres a la guarida de un oso.

Los dejo listos para ser deborados.

Pues nadie se acercaba aquí por la gran población de osos.

Por ese motivo su casa estaba a más de diez metros sobre el suelo, en una pared rocosa.

Los cadáveres ya no serían un problema.

Y ahora se dirigió a su siguiente propósito.

Tomo una serie de cosas y las guardo.

También tomo el dinero y la forma de la anbu que uso para llegar allí.

Después se fue a la aldea.

Y Alli tomo unos cuantos pergaminos de sellado y varios botes de tinta, además de una mesa plana que encontró en una carpintería.

También tomo algunos de los kunai que habían en oferta en una herrería, la oferta era simple.

El hombre se había jubilado y su esposa quería las armas fuera de casa.

También tomo unos shuriken pero no le alcanzó para una espada que tenían y decidió que se haría con una espada sin importar el precio de ese deseo.

Noto que se quedó sin dinero y se fue a un callejón.

Hizo un sello de almacenaje en uno de los pergaminos y guardo todo aquello cuanto tenía.

Después de eso se fue a ichiraku ramen.

Eres el tercer anbu solo hoy, Naruto no aparece por aquí no quiere aparecer es como si algo le pasara, solo esforzados en encontrarlo.-dijo teuchi.

Teuchi a pasado el mocoso demonio por aquí.-dijo un anbu con máscara de pato.

No, además su nombre es Naruto y ya ha venido tu compañera a preguntar.-dijo teuchi señalando a la anbu zorro.

Debes ser una novata, bueno yo soy pato el anbu más rápido de la aldea que no pertenece a un clan noble, soy mejor que muchos de ellos.-dijo pato orgulloso.

Me pareces un idiota.-dijo naruko.

No soy un idiota.-dijo pato.

Bueno adiós, seguiré con la búsqueda.-dijo naruko intentando huir.

Su estómago sonó.

Tienes que parar a comer.-dijo parto con un claro tono de intentar seducirla.

Que le ocurre a este tipo tendrá como treinta años y se tira a intentar seducir a una adolescente.

Bueno lo rechazare de forma cortes y después lo asesinare.

Si la misión no se completa seguiré otro día sin comer nada.-dijo naruko.

Espera llevamos así por meses quieres decir que no has comido nada.-dijo pato.

Solo píldoras de nutrientes.-dijo naruko.

Realmente eres muy entregada, mínimo dormirás.-dijo pato intantando seducirla otra vez.

No, llevo sin dormir desde que me enteré de la misión. Adiós he de proseguir.-dijo naruko ahora irse por los tejados.

Pato se sorprendió pensando que anbu más rara acababa de conocer.

Fin del cap.

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Tuve otra pesadilla.-dijo la mujer pelirroja despertando de una siesta.

Que ocurría esta vez.-dijo el hombre rubio.

Nuestra pequeña asesinaba a un anbu.-dijo la mujer.

Es imposible que mate a un anbu con tanta facilidad.-dijo el hombre rubio.

Cierto, serán solo nervios.-dijo la mujer pelirroja.