Prologo

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Frialdad. Ninguna cosa. No hay manera de hablar, pero puedes escuchar todo. Puedes pensar en cualquier cosa. Soledad.

Eso era lo que sentía Kol Mikaelson cada vez que le clavaban la daga. Pero esa soledad no se comparaba con el desamor que tenia. La pena que siento al saber que cuando despertara, su esposa no estaría allí.

Su esposa. Si, Kol Mikaelson estaba casado. Su matrimonio era lo único bueno que agradecería a sus padres. Si no hubieran arreglado su matrimonio con su madre, probablemente nunca se habría casado con ella tan joven. Pero estaba feliz de haberlo hecho, ya que podía pasar tanto tiempo con ella.

Kol tuvo mas de 600 años de felicidad. Mas de 600 años de enamorarse de ella una y otra vez. Recordaba lo mucho que disfrutaba despertarse sabiendo que ella estaría durmiendo a su lado... Entonces un día su felicidad termino. Ahora yacía en un ataúd con una daga en el corazón, y no quería despertar nunca mas. Porque entonces tendría que enfrentarse a la dura realidad de que su esposa no estaría allí.

Que Flora Mikaelson aun estaría muerta.

No sabe cuánto tiempo ha estado apuñalado, pero lo que sí sabe es que todo lo que podía pensar era en ella. Su Flora.

Todo lo que podía pensar era en que nunca sería capaz de ver esos hermosos ojos castaños oscuros o en que nunca las escucharía reír.

Kol era conocido como el imprudente. El psicótico... pero nadie nunca supo de su dolor. nadie le preguntó cómo estaba. Nadie, excepto sus hermanos, sabía lo que había perdido.

Kol recuerdo haber visto el error en los ojos de Klaus mientras veían a su propio padre desgarrar a su cuñada miembro por miembro. como su mano se apretó alrededor de su espada solo para soltarla, sabiendo que era inútil. como dijo escapar un grito de dolor y prometió venganza. venganza por la muerte de su hermana pequeña. la que lo miraría con amabilidad y haría todo lo posible por calmarlo. la que lo animó a pintar y hacer el mismo más a menudo. el que lo trataba de la misma manera sin importar las cosas horribles que hiciera.

Kol recordó cómo Elijah cerró los ojos, no queriendo ver cómo su padre mataba al miembro más puro de la familia. Cómo mantuvo la cabeza gacha e hizo todo lo posible por no correr y ayudar a la chica a la que consideraba una hermana. Entonces cómo Elijah agarró su espada y la arrojó con ira, maldiciendo el día del nacimiento de sus padres. Acababa de perder a su amigo, aliado y confidente más confiable. El que se sentaba y leía libros con él. La que trató de emparejarlo con cualquier dama respetable que encontró. El que le recordó que no eran monstruos, que eran sobrevivientes.

Kol recordó cómo sollozaba Rebekah. Oh, cómo sollozaba. Cómo trató de correr y salvar a Flora, solo para encontrarse golpeando una barrera invisible. Recordó cómo Rebekah llamó a gritos a su mejor amiga. Cómo suplicó a todos los dioses del cielo que salvaran a su amiga. También recordó cómo ella lo abrazó. Cómo hizo todo lo posible para darle consuelomientras ella misma estaba rompiendose por dolor de perder a su única hermana. Su único amigo verdadero. El que la defendía de cualquier chica que intentara acosarla cuando eran humanos. El que la defendería y la defendería de sus propios hermanos cuando fuera necesario. Su mejor amiga que compartió todos sus secretos con ella y con quien compartió todos sus secretos. Su confidente de mayor confianza.

Sí, Kol recordaba ese día muy claramente. Recordó cómo trató de romper la barrera. Cómo trató de correr hacia su esposa.

Recordó cuánto deseaba matar a su padre y a cada una de las brujas que participaron en su muerte. Recordó haber gritado su nombre una y otra vez hasta que se le acabó la voz. Cómo la pena y el vacío en su voz hizo que todos sus hermanos lo miraran con lástima. Pero no le importaba, porque lo único que le importaba era alejar a su esposa del peligro. Oh, cómo deseaba ser más rápido, más inteligente, más letal. Tal vez de esa manera podría haberlasalvado. Quizás así no hubiera perdido al amor de su vida. La única chica que lo hacía feliz con una simple sonrisa. La única persona que fue lo suficientemente valiente para señalar las cosas malas que hizo. La que siempre lo miraba con amor... la que lo hacía sentir amado. Su alma gemela.

Watching Her LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora