MOTHER OF DRAGONS | Levi Ackerman

Chapter 4: Bitterness of defeat

4. Amargura de la derrota

"La ignorancia es el peor pecado
si quieres sobrevivir en las murallas."

UNA KATRINA DE ONCE AÑOS recibía pedrazos por parte de la Galet, la gran anciana. Debía esquivarlos, debía ser ágil y veloz.

— Eres demasiado lenta, niña. ¿Así es como quieres ser la sucesora de tu padre? ¿Esta es la elegida por los Dioses?

La pequeña mordió su labio inferior, intentando no dejarse ver afectada por el dolor físico.

Estaba enfadada. Las palabras que salían de la boca de la mayor le cabreaban.

Galet quería que llegara a su límite, la estaba provocando. Katrina debía respirar, tenia que calmarse para así poder concentrarse.

— Eres necia por impaciencia, Katrina. Escucha a tus sentidos.

La nombrada cerró los ojos, respirando profundamente y dejándose golpear por las piedras.

Las sentía por todo el cuerpo.

Pecho, muslo, abdomen, hombro, mano.

Pecho, muslo, abdomen, hombro, mano.

Pecho, muslo, abdomen, hombro, mano.

Katrina inspiró, notando como el dolor le recorría de una forma repetitiva, como si siguiera un patrón.

Abrió los ojos al darse cuenta de la técnica que usaba Galet, y no tardo en esquivar todas las que podía o, si no, agarrarlas con sus manos.

La gran anciana sonrió enormemente, viendo como sus entrenamientos poco a poco daban sus frutos.

(•••)

TRONÉ MI CUELLO, OBSERVANDO CADA movimiento que los reclutas de la legión de reconocimiento hacia al pelear.

No lo hacían nada mal, pero no iba a mentir al decir que me lo esperaba mejor.

Sus movimientos eran pesados, lentos y torpes. Parecían sólo buscar el golpear fuerte, y no se preocupaban demasiado de esquivar al oponente. No les importaba cansarse, con tal de atacar.

Ahora entendía porque todos acaban agotados, agonizantes y jadeantes.

Ellos son los que deben luchar contra titanes, deben estar preparados de forma física, no solo con cortar nucas podrían llegar a sobrevivir.

— ¿Crees que tú lo harías mejor?

No tuve que mirar para ver de quien se trataba. Levi estaba parado a mi lado, casi chocando mi hombro con el suyo.

Supuse que me había visto frunciendo el ceño, arrugando la nariz o apretando los labios. Pues había reprimido los impulsos para no soltar algún comentario.

Realmente, me esperaba más.

— Sé que lo haría.

Realmente lo haría, aunque muchas personas pensaran lo contrario porque parecía una simple niña.

Había sido entrenada para ganar a todos, para ser la mejor.

— Entonces pelea conmigo, si no tienes miedo.

Asentí, sin bajar la mirada de la pelea que se encontraban haciendo Eren y Jean.

El aire empujó algunos mechones de mi pelo a la derecha, por lo que eleve la mano para envolver el puño que Levi me había enviado hacia el costado.