ONE SHOTS - TOKYO REVENGERS
"Puerquerías con contexto"
♥ Contenido +18/+21
♥ Personajes de Ken Wakui a excepción de las rayis u OC.
♥ Créditos de los fanarts utilizados a sus respectivos artistas.
♥ Prohibida copias o adaptaciones de las historias...
Pedido de esposa_de_manjiro y varias personitas más que querían un One Shot de Mikey.
Avisos: +18, sin protección, apariencia de Mikey del primer futuro, aparece algún personaje que igual no estaba en ese futuro, pero como sabemos bien poquito de esa línea del tiempo, pues ajá, poder del guion.
Otra cosita antes de dejaros el One Shot, ¿os acordáis de la votación que subí para ver si la protagonista del fic de Ran (el de la continuación del one shot de este libro) sería rayis u OC? pues, quedó en empate, así que será rayita, pero con algún atributo físico para poder escribirlo mejor (melena larga, ojos grandes, cosas así, sin dar tono de color ni nada pero de manera que sea más fácil para redactar). Ya ando preparándolo, así que, si queréis estar al tanto cuando lo publique no olvidéis de seguirme en el perfil para que se os notifique^^
De todas maneras también pondré un anuncio en este libro cuando lo publique.
Ahora sí, me callo, y os dejo con el One shot, espero que os guste^^
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Definitivamente, este no era mi lugar, y lo último que sentía en aquel abarrotado espacio, era comodidad sentada en esa larga barra alumbrada de luces leds que por supuesto no desentonaban con la ambientación del local.
Había tenido que asistir otro día más a una de esas fiestas organizadas por la exitosa empresa de mi novio, la cual a cada día me parecía más absurda, pues esta había crecido gracias a aprovecharse de otras más pequeñas, estafándolas y tragándose una a una hasta que, al final, todas pasaron a formar parte, de una forma u otra, de la plantilla que él tenía bajo su mando.
Me acomodé mejor en esa silla alta en la que estaba sentada. Era cómoda, pero el estar tanto rato parada en ese lugar hacía que el cuerpo se me hubiera entumido un poco y ya las piernas cosquillearan. Miraba alrededor, todo eran caras sonrientes, risas, algún que otro apretón de manos tras un intercambio de tarjetas quizá demasiado ceremonioso para mi gusto, y que ocasionaba que en el rostro se me dibujase una característica expresión entre burla y altanería.
Sin embargo, no tenía más opción que estar allí, y no por nada en especial, si no porque a ese tipo del que tuve la genial idea de enamorarme hacía ahora demasiados años, le gustaba presumirme delante de los demás.
Al menos, hasta que encontrase un entretenimiento mayor en cualquier otra chica de la sala y le indicase a alguno de sus empleados que me llevase a casa. No le gustaba que viera todo aquello, aunque sabía bien que yo era consciente de lo que hacía con todas esas mujeres, y, en cierto modo, en mi mentalidad todavía no entraba la posibilidad de escapar de esa relación, pues no sabía cómo hacerlo, pero sí que el simple hecho de pensar en todo el tipo de crímenes que ese tipo llevaba a la espalda me frenaba a apartarme de su lado. Tampoco tenía ningún lugar a donde ir si le dejaba, pues él se había asegurado por todos los medios de que dependiera completamente del lazo que nos unía para poder sobrevivir.
