Capítulo 3

113 19 0
                                    

Día 3

Gustabo manejaba por las calles, hace varios días que tuvo la dichosa reunión con Conway, Horacio se había ofrecido llevarlo, pero él se negó diciendo que solo iría a dormir y que no quería hacerlo perder el tiempo. Un suspiro salió de sus labios, habían contactado con Emilia y había realizado la compra de armas; ¿Resumen? Según el abuelo era una completa estafa, aún recordaba los golpes que recibieron aquel día por dejarse estafar.

-Ni que nosotros tuviéramos conocimiento de eso... -Se quejó el rubio

Estacionó en su hogar, bajó del auto colocando el seguro y entró a su hogar cerrando la puerta tras suyo. Se acostó en el sofá grande soltando un quejido al haberse olvidado de los hematomas que tenía en su cuerpo.

Iba quedarse dormido pero su móvil empezó a vibrar de una manera increíble imposibilitándole el dormir, de mala manera pescó el aparato contestando sin fijarse quién era.

- ¿Sí? -Preguntó de mala forma

- ¿Así le hablas a tu jefe, gilipollas? -La voz de Conway sonó al otro lado de la línea haciendo que el rubio pusiera una mueca en sus labios.

- ¿Qué sucede super? -Preguntó esta vez ya más relajado, acomodándose en el sofá.

- ¡Ven a trabajar, no hagas el gilipollas... Eres subinspector! ¡Coño! -Gritó el mayor haciendo que aleje el móvil de su oreja

-Acabo de llegar de allí, Conway... -Se quejó Gustabo haciendo una mueca.

-Ven a la puta comisaría, ya. No lo repetiré tres veces, tienes papeleo que hacer... -Y con eso dicho cortó la llamada.

Gustabo suspiró pesado pasando su mano por su rostro gimoteando frustrado, se puso de pie, se colocó el pasamontañas y salió de la casa cerrando la puerta con fuerza, entró a su coche de malas ganas y condujo hacia la comisaría. Al llegar aparcó el auto y se bajó colocando el seguro yendo hacia las puertas del edificio, al entrar todos los oficiales presentes lo saludaron con algo de respeto, él solo alzó su mano dirigiéndose al mostrador sentándose en la silla empezando a ver el papeleo.

-¿Quiere una ayudita super? -Preguntó un oficial.

-Oh, pues... -Gustabo no alcanzó a responder ya que Conway se les había acercado empujando al oficial.

-¡A trabajar! ¡Flojos de mierda! -Gritó el mayor ocasionando que el oficial se fuera cagando ostias

Gustabo solo suspiró desviando sus ojos hacia los papeles nuevamente, empezando a firmarlos y colocar timbres. Era algo que no le agradaba mucho, pero tenía que hacerlo si es que no quería recibir otros golpes.

Ya era bastante de noche cuando se percató de ello, no había nadie en la comisaría y podía jurar que el superintendente tampoco estaba, miró a un costado suyo notando las tres montañas de papeles que había... esa noche definitivamente no iba a dormir. Se preparó un café y siguió con su respectivo trabajo.

Los rayos del sol se hicieron presentes en la comisaría por los cristales, las puertas fueron abiertas por conway y por Volkov, quienes siempre llegaban antes para esperar al cuerpo y dar órdenes. Volkov se acercó al mostrador para coger las llaves cuando grata fue su sorpresa de encontrar a Fred allí dormido sobre el escritorio, examinó el lugar y estaba más ordenado que el día anterior, los papeles en carpetas, las carpetas en sus respectivos lugares, ya no había montañas y montañas de papeles... todo era un orden.

-¿Qué pasa Volkov? -La voz de Conway lo sacó de su sorpresa y el ruso señaló al mostrador, confuso se acercó viendo a Fred dormir sobre el escritorio. -¿Pero qué mierda...?

I always come backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora