Agridulce (Inukoko/Kokonui)

1. The one that got away

Aclaraciones: El entre comillas será usado para pensamientos y énfasis "..."

Advertencia: habrá Ooc, claramente por las circunstancias en las que se verán inmersos los personajes, en situaciones meramente ficticias [AU]. 

Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, son propiedad de Wakui Ken.

Nota del autor: Los fanfics han sido un largo camino por el que he pasado, de fandom a fandom redactando el atractivo de una pareja; hoy vengo a compartirles mi amor por los personajes Kokonoi e Inui. Han marcado tanto mi alma que he tenido la necesidad de plasmar una relación tan hermosa como dolorosa, de ahí el nombre del encabezado de esta recopilación de shots : Agridulce.

Una relación que es conflictiva por donde la veas, que te escuece el corazón con la acidez de sus malos entendidos, de su alejamiento, los obstáculos de por medio, un beso con un sinfín de interpretaciones que podrían ir de mal a peor; para mi me deja una amargura que colma mis sentidos hasta fluir las lágrimas. Pero también, han pasado escenas donde los vemos crecer, donde se reúnen y buscan el bienestar el uno del otro, un beso que también podría llevar detrás la dulzura de una promesa, la sencillez de un amor que resuena en la fantasía hasta eclipsar mi corazón pidiendo más de ellos.

Esta recopilación será una mezcla de esa sensación agridulce que deja la pareja.

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1: The one that got away

El funeral de Manjiro Sano fue privado a puerta cerrada, donde ningún familiar fue contactado, tanto asi fue, que en su velorio no estuvieron viejos amigos ni viejos conocidos; solo el grupo maleante con el que había madurado los últimos doce años, los ejecutivos de Bonten. A pesar de las fechorías por la cual este grupo era conocido, entre ellos eran todo aquello que habían dejado atrás, compañeros de crimen y un equipo que se protegen las espaldas.

La pérdida que tuvieron no era solo la de su líder o un jefe, era la de un amigo, fue por ello agobiante cuando Sanzu contacto a todos los ejecutivos para informar la caída del Rey de Bonten. Por supuesto, que hubo diferentes emociones al respecto: la tristeza por su partida, el alivio por el descanso de una vida tan llena de penurias, la ira que erupcionaba en la tan aclamada venganza y la negación ante el shock que producía tan repentina partida; despues de todo, estaba la tasita apuesta de quien tenía mayor posibilidad de morir primero, cosa que Mikey no figuraba entre los primeros tres lugares, lugares que pertenecían a Takeomi el alcohólico, Sanzu el drogadicto y Kokonoi el obsesivo al trabajo.

Como toda familia disfuncional... yakuza funcional, la mejor manera de salir era muriendo y la simbólica libertad de Mikey de este camino dejaba en todos, un mal sabor de boca; mientras velaban el cuerpo que sería quemado y enterrado en una basta propiedad de Bonten, todos compartían una silenciosa mirada, un mutismo propio de la incertidumbre, del tormento que vendría tan pronto la noticia se esparciera con los enemigos propios de la organización. Mikey el invencible, era más que un solo líder y criminal, era una figura de respeto, lo cual generaba paz entre diversas mafias; con su muerte, abriría el camino para más de una traición y por ende el inicio de una guerra sanguinaria. Nadie lo decía aun, pero todos estaban seguros del destino que tendrían: un capitán se hunde con su barco, ese barco se ha de hundir con su capitán.

Kokonoi apartó su mirada del ataúd, atraído por su reflejo en uno de los floreros del lugar, su mano, aquella mano que no sostenía un cigarro, se elevó hasta tocar con las yemas de sus dedos aquel tatuaje que lo ataba a Bonten. Hoy más que nunca recordó a Inui Seishu, hoy más que nunca a pesar del miedo, se sintió aliviado de que no estuviera metido en esa mierda.