Preocupación

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Un rubio de aspecto cansado estaba sentado en el sillón de la sala de estar que compartía con su querida pareja

Y casualmente, estaba ahí a las malditas cuatro de la madrugada esperando a su novio.

Esperarlo a altas horas de la madrugada ya se había echo una costumbre, una costumbre que su novio no sabía, ya que había partido a una misión de "unos días", "unos días" que se convirtieron en semanas.

Esa maldita esperanza de que volviera en la madrugada, como lo solía hacer, lo mantenía despierto casi toda la noche. Pero cuando marcaban las seis sabía que en ese día no iba a volver.

Su protegido, un alegre adolescente de quince años con cabello rosado, lo obligaba a dormir al menos dos horas (si ese día tenía suerte) en la escuela cuando iba. Pero no siempre lograba hacerlo dormir, pues el rubio insistía en que tenía cosas que hacer (no era del todo mentira, pero realmente no eran tantos cosas como se lo hacía ver a Yuji)

El joven soltaba un quejido de derrota y lo dejaba irse cuando sabía que ya no podía discutir con su cuidador, pero le daba una mirada que decía "Se lo diré a Satoru" (si, el chico de cabello rosado llamaba a su profesor por su nombre de pila porque prácticamente también era su "papá")

Pero cuan con los intentos de Yuji de que durmiera un poco más, sus ojeras eran dos profundos hoyos negros debajo de sus cansados ojos.

Miro al reloj que estaba en la pared y este marcaba las cinco, y rápidamente volvió su mirada a la puerta del departamento, haciéndole un hoyo con su intensa mirada.

Un suspiro agotado salió de sus labios, si Satoru seguía sin llegar a casa, en unos pocos días cumpliría el mes de que partió a su misión.

Se quedó ahí una hora más y cuando el reloj marco las seis de la mañana se levantó del sillón y agarró la taza que estaba en la mesa de la sala y la fue a lavar para después poder descansar (si "descansar" le podrías decir dormir tres horas antes de que tener que empezar su día habitual)

[😞]

-❝Hoy tampoco dormirtes nada ¿Verdad?❞- Más como una pregunta sonó como una confirmación, lo cual hizo que el rubio asistiera.

El adolescente de cabello rosado soltó un suspiro, y lo miro con firmeza

-❝No puedes seguir así Kento..❞- Al mayor le tomo por sorpresa que lo llamara por su nombre, solo lo había echo en una ocasión y esa fue cuando casi no pudo salvar a Junpei. -❝¡Todos nos preocupamos por ti! Maki, Panda, Inumaki, Nobara, Fushiguro, y todos los demás! Si sigues así me veré en la obligación de quedarme contigo y hacerte dormir.❞- Lo amenazo como un padre a su hijo. Lo cual fue irónico, cuando el 99% de las veces es al revés.

-❝Esta bien, está bien, tu ganas Yuji. Intentaré dormir más❞- Hablo derrotado, viéndolo con cariño atrás de sus lentes, le recordaba tanto a Satoru..

La fachada sería de Yuji se desmoronó y una sonrisa se formó en sus labios, saltando encima del mayor y abrazándolo con fuerza

-❝Te voy a creer. Confío en ti..❞- Susurro aún en el cálido abrazo, apretando un poco más al mayor antes de hablar de nuevo -❝Te quiero papá❞-

Nanami se quedó congelado antes de sonreír y lo apretó, sintiendo ganas de llorar

-❝Yo igual Yuji, mi pequeño sol❞-

[😞]

Después de aquel intimo momento se separaron y el rubio le aviso que estaría fuera unas horas, pues la misión no era muy tardará.

One-Shot's GoNanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora