Capítulo 27

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Freissa:

—¿Oficialmente ya están juntos? —Dayanne se emociona más que yo y empieza a dar brincos para luego abrazarme.

—Me asfixias. —Rio.

Se aparta de mi para observarme. —Estoy feliz por ti.

Bajo los hombros, relajada.

Su rostro en busca de explicaciones aparece.—Pero le exigiste una explicación ¿no?

Me avergüenzo de solo recordarlo. —Si y me la dio.

—¿Y todo esta bien? —Pregunta incrédula, como si estuviera a punto de ir a golpear a Shawn.

—Si, todo esta bien. —Respondo rodando los ojos.

—Debía asegurarme ¿Me culpas? —Vuelve a extender los brazos en mi dirección.

Una sonrisa curva los labios, ella vuelve a extender los brazos y ahora mueve los dedos, provocándome reír, me exige otro abrazo y le correspondo hasta que empieza a saltar de nuevo.



Shawn:

—Es linda.

Me giro hacia Mia, quien mantienen el ritmo corriendo a mi altura.

—Tu novia.

—Aun no es...

—¿Y que estas esperando? —Me suelta. —Las mujeres nos cansamos de esperar.

—Y los hombres que nos presionen.

—¿Te sientes presionado?

—Tu me haces sentir presionado ahora mismo, ella ni me lo ha dicho y tu...

Se ríe.

—Te falta conocernos más. —Sonríe. —Pero es cierto, es linda.

La observo en silencio mientras ella se adelanta, Mia se gira y corre de espalda.

—¡Digo la verdad!—Encoge los hombros y sigue corriendo.

—¡Mia, Shawn! —El entrenador nos llama alzando la mano.

Mia se detiene y respira profundo.

—Creo que quiere que vayamos.

Corre antes que yo y acabo persiguiéndola, el entrenador nos pide parar y comienza a caminar frente a nosotros al estilo de un soldado, moviéndose de un lado al otro como si nos fuera a regañar.

Pero le hace un gesto a su hija, indicándola que se acerque a un equipo.

Mia grita con las manos alzadas y señala a su equipo. —Te veo después. —Me dice y se marcha corriendo hacia ellos, quienes la reciben.

El entrenador se vuelve con los brazos cruzados hacia mi y mi sonrisa se mantiene.

—Lo siento, ella...

—Ya se que ama el futbol. —Suspira. —Debiste ser mas convincente, Lester.

—O tal vez darle la oportunidad de jugar.

Miro a Mia.

—¿Por qué crees que la llame?

Vuelvo a sonreír.

El camina en dirección al equipo y cuando voy a seguir corriendo por el campo, se vuelve hacia mi.

—Lester. —Hace una señal al equipo. —¿Te voy a esperar toda la vida?

Parpadeo asimilándolo, poco a poco una sonrisa marca mis labios y me uno a los chicos.



Cadena de Mentiras (#5 Odio a las Chicas)Where stories live. Discover now