Día 19: Burbujas

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Las dificultades del amor

El día en que Jackelyn Spicer finalmente cayó presa ante las garras del amor no fue ni de cerca de la manera en la que está creía que seria y claro mucho menos cuando este término siendo un humano, ella pensaba que todo sería algo hermoso, casi como un cuento o algo parecido, donde ella conocería a un apuesto tritón por casualidad, se divertirían con tonterías para irse enamorando poco a poco el uno del otro entre pequeñas salidas, hasta que finalmente alguno de los dos tuviera el valor suficiente para comenzar un cortejo como era debido y finalmente juntar sus vidas eternamente, pero no, todo tenía que ser extremadamente complejo, comenzando con que se enamoró de uno de sus captores (accidentales sí, pero captores a final de cuentas), en aquel bote pesquero había cinco personas, tres hombres y dos mujeres, de los cuales cada uno tenía una idea diferente sobre qué hacer con ella.

La primera en comentar que hacer con la sirena fue la mujer pelirroja, la cual sugirió matarla y comérsela, pues había escuchado que su carne proporcionaba juventud eterna, algo con lo que la otra joven de cabellos rubios estuvo de acuerdo. El siguiente en decir algo fue el capitán del barco un hombre mayor de cabeza casi calva, pues solo unos pocos cabellos negros podían verse sobre está, el hombre en cuestión sugirió tratarla como mercancía y explotarla al máximo, pues este sabía la infinidad de leyendas sobre sus lágrimas, escamas y demás cosas de las que podían sacar provecho con el simple hecho de mantenerla cautiva, cosas de las que podían explotar con el simple hecho de mantenerla cautiva, otro comentario diferente fue el de un joven francés de piel pálida y cabellos negros, el cual dijo que sería bueno solo mantenerla como "mascota" e incluso si querían podrían tener una especie de acuario dónde la gente pudiera verla, por otro lado estaba el joven del que Jackelyn terminó perdidamente enamorada el cual de hecho fue el único en sugerir liberar a la sirena pelirroja.

La forma de hablar de aquel joven era demasiado imponente y la mayoría de los que estaban en el lugar comenzaron a replantear sus ideas y tal vez sustituirla por la del pelinegro de ojos ámbar, pero aun así el hombre mayor de nombre Hannibal Roy Bean no estuvo de acuerdo con esto y comenzó a pelear con el pelinegro, el cual al parecer era su aprendiz, ninguno de los dos llegaron a un acuerdo, por lo que la sirena fue puesta en una especie de bañera para que no muriera debido a la deshidratación, lo que nadie esperaba era que el joven, cuyo nombre era Chase Young, intentase liberarla mientras todos dormían, pero claramente y como era de esperarse el navegante debe de estar atento a todos los cambios en el oleaje y el clima, por lo que Roy fue testigo de aquello y claramente intento evitar que su "fuente de la fortuna" desapareciera.

Ambos pelearon por un buen rato, pero desgraciadamente Chase perdió contra su maestro, el cual no se tentó el corazón y lo dejo encerrado junto a la joven sirena, ahí ambos compartieron el resto del viaje siendo este el lugar donde ambos se acercarían el uno con el otro, el pelinegro le pidió disculpas a la pelirroja por no lograr liberarla a tiempo y conociendo a Hannibal sabía que cumpliría su amenaza de convertir en simple comercio a la pelirroja, pero ella le respondía que no debía de hacer aquello, pues finalmente aquello había sido solamente su culpa por permanecer en aguas poco profundas, al final el tiempo juntos los llevo a tener sentimientos por el contrario, sin que ninguno pudiera evitarlo, pero algo que Jackelyn no esperaba es que Chase ya tuviera pensado en un plan para ayudarla a escapar del que tal vez sería su terrible destino.

Fue casi al término del viaje que Young puso en marcha su plan y logro escapar del radar de su maestro, al cual no demoro mucho en noquear gracias al ataque sorpresa que logro llevar a cabo sin problema alguno, por lo que sin mucho esfuerzo esta vez cargo a la sirena en sus brazos y luego de besar su frente la arrojo por la borda del barco de regreso al mar, el joven pensaba que ya jamás volvería a ver a aquella joven de la que por cuestiones del destino fue a enamorarse, lo realmente no esperaba era que el Hannibal se despertase tan pronto y fuera testigo de sus acciones ocasionando la furia de este, el cuál cegado por su ira tomara acciones contra el que consideraba su aprendiz, atacandolo por la espalda solo para arrojarlo por el mismo lugar donde la sirena había sido liberada momentos antes, el chico solo cayo con un sonido limpio, lo cual solo genero una sonrisa en el rostro del capitán quien solamente se fue del lugar pensando en que ese sería el fin de Chase.

Por otra parte Jackelyn a pesar de estar consciente del peligro que aun corría y de temer por su vida, la preocupación de que aquel hombre que la capturo le hiciera daño a Chace debido que la ayudo a escapar era aún mayor que su propio miedo, por ello la pelirroja decidió que se quedaría en los alrededores del barco con la intención de vigilar cualquier cambio, por ello de esta forma pudo presenciar el cómo el pelinegro era tirado por la borda y debido a su inconsciencia este se hundía poco a poco en las aguas marinas, al ver esto la sirena se alarmó y nado rápidamente hacia el humano y tras notar que este se encontraba inconsciente soplo formando así una burbuja la cual poco a poco se hacía más grande y cuando vio que esta tenía un tamaño considerable la coloco en la cabeza del humano, el cual al sentir nuevamente el oxígeno entrar a sus pulmones inhalo una gran bocanada del preciado aire, pero a pasar de ello este seguía en la inconsciencia.

Una vez la joven sirena vio que su amado volvía a respirar con normalidad y parsimonia se dio a la fuga, pues no quería pasar un segundo más cerca de aquel bote y tampoco volver a ver el rostro de aquel hombre, de esta forma se fue alejando cada vez más de este y con cada aleteo se iba acercando a las cercanías de una playa a la cual sabia podía ir casi con total seguridad y aún más si era de noche, cabe decir que a lo largo del camino la burbuja que Jackelyn hizo en un principio se rompió, razón por la que la sirena tenía que volver a formar una nueva de estas la cual iba a parar lo más rápido que podía a la cabeza del chico, el cual también es importante decir que en algún momento del trayecto recupero la conciencia, agitándose en un inicio al sentir los brazos de la pelirroja alrededor de su cuerpo.

Cuando la sirena se dio cuenta de este hecho se alegró demasiado y rápidamente tranquilizo a Chase, quien por su parte, a pesar de estar de aun estar algo aturdido por su reciente despertar no pudo evitar sorprenderse, no solo de seguir vivo, sino también del paisaje que le rodeaba y del poder respirar bajo el agua, Jackelyn al ver la reacción del humano no pudo evitar soltar una pequeña risita, pues a final de cuentas comprendía levemente lo que estaría sintiendo el pelinegro en aquel momento, ya que finalmente fue capturada debido a su curiosidad sobre el mundo de los humanos y ahora Young se encontraba literalmente viendo lo que ella vivía a diario, por lo que la fascinación en sus ojos era completamente razonable y cuando el pelinegro escucho la risa de la chica no pudo evitar sonrojarse un poco debido a la vergüenza.

Ahora con Chase despierto el camino fue un poco más ameno, pues ambos hablaban entre si ya fuera para preguntar cosas sobre el mundo en el que vivía el contrario o para simplemente decir algo tonto o sin sentido, los dos se la estaban pasando increíble, tanto así que casi olvidan que estaban escapando del barco de Hannibal, pero claro todo llega a su final y de esta forma sin que se dieran cuenta la orilla de la playa estaba a tan solo unos metros de ellos, el sol estaba a punto de esconderse sobre las aguas ahora coloreadas de naranja y ellos veían las arenas de la cercanía con tristeza, pues sabían que aquello seria su despedida, ninguno quería dar el primer paso para su inminente separación, pero finalmente Jackelyn junto el coraje para soltar sus últimas palabras para el humano.

- Gracias por salvarme - dijo esta aun sin despegar sus ojos de la playa - y... supongo que este es el adiós - soltó para finalmente voltear a ver al pelinegro el cual tenía la vista fija en la sirena.

- Soy yo el que debería agradecerte - expresó Chase con una sonrisa - no solo salvaste mi vida, sino que me mostraste algo maravilloso - dijo este colocando su mano sobre la mejilla de la sirena para finalmente robarle un beso, el cual a pesar de la sorpresa fue bien recibido por la pelirroja.

Tras separase ambos supieron que la hora de decir adiós finalmente había llegado por lo que sin más el pelinegro le agradeció a la joven sirena una vez más para así finalmente recorrer el último tramo y llegar a la orilla de la playa, todo sin voltear atrás una sola vez, pero cuando finalmente estuvo de pie en la clara arena giro su cabeza dirigiendo su vista al mar el cual ahora se encontraba vacío y sin rastros de aquella joven sirena de cabellos pelirrojos, Chase en algún momento espero enamorase, pero jamás espero que el día que lo hiciera el resultado fuera tan desastroso y complejo ya que sabía que aquel amor era casi imposible de concretarse como era debido.

ULTRAMAR (Mermay °CHACK/JASE°)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora