Sakusa Kiyoomi tiene una problemática relación con su colocador Miya Atsumu. Pero en contra de lo que todo el mundo piensa, Sakusa no odia a Miya.
En realidad siente una profunda curiosidad por las razones que lo llevan a actuar como lo hace, y cua...
No le di una última corrección, pero no quería que pasara otra semana sin capítulo nuevo :(
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Organizar una cita para Atsumu fue difícil. Las ideas iban y venían todo el tiempo, unas le parecían demasiado melosas para soportarlo, y otras demasiado sencillas para alguien como Atsumu.
Al final Komori le recomendó un restaurante lindo pero no tan elegante y compró dos boletos para una galería de arte donde se expondrían las obras de un artista que Atsumu admiraba en Instagram.
Oh, y también estaba ese detalle. Había planeado la cita para que solo fueran ellos dos, sin Haruno. No es que tenga algo contra el niño, muchos pueden asegurar que lo adora a pesar de lo extraño que eso parezca, pero cree que para una noche como esa es necesario estar solos. No todos los días Sakusa Kiyoomi le pide a Miya Atsumu que sea su novio... aunque bien el rubio puede ponerse caprichoso e intentar persuadirlo de algo tan absurdo como eso.
Pero dejando a un lado las absurdas (y posibles) ideas de Atsumu, aún le queda un asunto por arreglar para poder llevar a cabo su plan. Y es que tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas.
- Te equivocaste de gemelo - es lo único que dice Osamu tras abrir su puerta.
- No. De hecho quería hablar contigo - señala antes de que el chico le cierre la puerta en la cara.
Osamu luce sorprendido los primeros cinco segundos, pero pronto vuelve a su mueca inexpresiva que lo pone de nervios. Está casi seguro de que no le agrada.
- Supongo que puedes pasar - se hace a un lado tras lo que parecen largos minutos y Sakusa se adentra en silencio.
Lo sigue en completo silencio hasta su sala de estar y no toma asiento hasta que Osamu lo hace. Y aunque está muy dispuesto a hablar, la mirada inquisitiva del gemelo lo tiene removiendose en su lugar.
"Haces esto por Atsumu, no seas un idiota" se repite mentalmente en cuanto considera irse y abandonar su plan.
- Voy a pedirle a Atsumu que sea mi novio - responde tras soltar un largo respiro en un intento de deshacerse de su incomodidad. Es extraño decir eso frente a alguien más que Komori.
- ... ¿Y es que acaso me estás pidiendo permiso?
- No - responde tal vez demasiado rápido -. Es decir, no creo que necesite de tu permiso para hacerlo.
- ¿No? - inquiere arqueando la ceja en un gesto desafiante.
Poco sabe que Suna se mueve en silencio detrás de él y termina golpeando su nuca con fuerza.
- Deja de ser un idiota. Atsumu puede salir con quien le plazca - lo reprende y pasa de largo hasta la cocina sin mirar a Sakusa.
Osamu refunfuña sobre que le ha dolido y suspira con frustración antes de regresar su atención a la visita inesperada.
