PRÓLOGO

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DIA UNO.

Expediente número cuatrocientos dos.
caso número cuatrocientos dos.
Hospital: Hospital psiquiátrico; las voces de Gonjiam Seúl, Corea del sur.
Nombre: xxxx xxxxxxxx.
Edad: xx años.
Ingreso: xx xx xxxx.
salida: xxxxxxxxxxxx.

—En realidad estás loco— volvió a refutar Jimin.

Si Kim Taehyung era conocido por ser la persona más competidora del mundo, entonces su amigo era conocido como el más sobreprotector de la tierra, algo exagerado en algunas ocasiones, ocasiones como esta para la desdicha de Taehyung.

—Deja de exagerar Jimin, es mi oportunidad de demostrar lo que soy capaz de hacer— respondió en su cuarto intento de intentar tranquilizar al menor.

—¿Acaso no viste los folletos que te di?, ese hospital es conocido por lo terrorífico, no por sus logros.

Y por quinta vez Taehyung miro a Jimin rodando sus ojos.

—Te dije que dejaras de ver películas de terror si tan miedoso eres— dijo desde el asiento posterior Jisoo mientras tenía puestos los auriculares.

—Es un centro psiquiátrico donde solo habitan las personas más locas de todo el país, no veo por qué no tener miedo si Taehyung se quedara a trabajar ahí— respondió Jimin mirándola por el espejo retrovisor.

Taehyung callo no prestando atención a los miedos del menor, sería su primer día de trabajo y lo menos que quería era dejarse cegar por los miedos de Jimin, quien mientras más se acercaban al lugar, no dejaba de decir lo preocupado que estaría al dejarlo solo.

Después de todo no estaría tan solo, podría ocuparse la mayor parte del tiempo venciendo a Namjoon, quien hasta el momento; era la razón por la que estaba aceptando este trabajo.

El camino no fue tan largo como imagino, después de pasar por una pequeña frontera, puentes y un extenso bosque llegaron.

Y tal como había visto en los folletos que Jimin le había dado, el lugar era aún más tétrico de lo que pudo ver e imaginar.

Jimin frenó bruscamente el carro al ver como un conejo de pelaje blanco salía de los arbustos para posicionarse en el centro de la carretera ocasionando que el carro se detuviera y todos se golpearan con la parte delantera del carro.

—Es todo, nos vamos, los conejos blancos traen mala suerte y esto es una clara señal de que no debemos de estar aquí— apresuró a decir volviendo a encender el carro.

El ataque de ansiedad que estaba por tener era demasiado notorio que por si fuera poco, Taehyung bufo ignorándolo para salir del carro y acercarse al animal.

La cara de preocupación en el menor se intensificó aún más al ver como las puertas del hospital se abrían, saliendo de este un hombre con bata blanca, tez un poco bronceada mientras mantenía una sonrisa en su rostro siendo marcada por unos hoyuelos, no tuvo que pensar demasiado en quién era cuando Jisoo pronunció su nombre.

—Kim Namjoon, la competencia.

—¿Y si mejor fingimos que te estás desangrando para irnos y así Taehyung no trabaja en este lugar?— ideo Jimin ganándose la desaprobación de su amiga con solo mirarlo.

—Hablo enserio cuando te digo que dejes las películas de terror, el lugar no está tan mal, si Taehyung trabaja aquí podrá hacer callar a Namjoon de una vez por todas.

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