Adiós Luna, las nubes te tapan y ya no volveré a verte, algún día podre verte de nuevo, algún día te mostraras para mí de nuevo, algún día podre volver a admirar tu brillo y tu tranquilidad.
Eres feliz ahí, en la soledad y calma de la distancia, estas tranquila en ese lugar, tapada por las nubes, sé que eres indiferente a algo tan insignificante como unas nubes sobre mí, y que jamás bajaras aquí, a mi lado.
Me siento derrumbado sin tu brillo en la noche, no soy capaz de reconocer ningún camino en esta infinita oscuridad, no diviso el camino al cielo, a la tranquilidad del infinito vacío que te rodea, y a cada paso siento ese vacío en mi pecho, creciendo, en silencio, contenido por mi cuerpo mortal, su pequeña prisión de carne que rápidamente se llena y desea explotar, desbordando por mis ojos lentamente en forma de lagrima, llenándose más rápido de lo que gotea.
Que pasará Luna, cuando mi cuerpo ya no resista y explote ese vacío en mi interior, que pasará con mi conciencia, en donde descansará, se perderá en ese vacío, perdiéndome en mi mismo, como me libero de ese vacío que me reclama a cada minuto.
Por qué Luna, porque a pesar de que cierro mis ojos no desaparece, porque sigo sintiendo la respiración del vació en mi hombro, a mi lado, susurrando en mi oído cada momento, cada vez más fuerte, como resistiré cuando me grite, como hago para que pare Luna, como lo mantendré tranquilo si tu luz ya no lo asusta, como lo confrontare sin tu luz Luna.
Como paro mi mente Luna, como le digo que se detenga y me deje descansar, que nos llevara al abismo a ambos si no para, que nuestra voz me tortura a cada segundo, que no me consuela ninguna de sus memorias y que veo perderse parte de el con cada una de sus palabras, que me pasara cuando mi mente solo sean fragmentos Luna.
Cuanto tiempo pasara Luna, cuando pasaran las nubes y veré tu brillo nuevamente, quemando al vació a mi lado, presionándose contra mi pecho, tratando de escapar de tu luz, cuando me liberaras Luna, cuando me miraras a los ojos Luna.
