Capítulo#2-Adaptación

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Una molesta claridad se abría paso tras mis párpados. El calmante silencio de la mañana junto a la sinfonía de las aves dieron la bienvenida a mi consciencia.

¿Desde cuándo dormir se sentía tan bien? ¿Tan tranquilo? ¿Antes disfrutaba de dormir tanto como ahora? Nuevamente no lo sé. Mi cuerpo tenía una ansiosa necesidad de quedarse en cama, seguir durmiendo en esta armoniosa calma y serenidad. ¿Es a esto a lo que se le llama capricho? Una intensa necesidad humana de cumplir cierto deseo en un momento exacto. ¿O tal vez la llamada pereza?

Mis ojos se dirigieron hacia mi derecha, la fuente de una cálida comodidad que envolvía mi cintura. Zhan-ge.

Su azabache cabello cubría la mitad de su rostro, aunque casi podría jurar que la piel bajo sus ojos se encontraría un poco roja, debido al llanto en la noche. Sus rosados y esponjosos labios se encontraban entreabiertos aún así, el sexy lunar bajo este era visible. Su respiración era calmada y acertada, profunda y cálida, chocaba suavemente contra mi rostro, removiendo un poco mis finos y enredados cabellos.

Zhan-ge es bonito, me pregunto como alguien tan bello pudo haberme escogido para pasar el resto de su vida.

Al parecer había permanecido demasiado tiempo dentro de mis pensamientos pues, una vez subí la vista me encontré con los oscuros ojos de mi Gege. Definitivamente se encontraban un poco rojos, pero seguían siendo tan hermosos y brillantes como cuando los vi ayer al despertar.

-Bodi.-su voz era ronca, cierto escalofrío recorrió mi espalda pero lo ignoré.

-Buenos días.

-Buenos días.-asintió con una sonrisa.

Lentamente, Zhan-ge levantó la mano que mantenía en mi cintura y apartó mi revoltoso cabello de la cara.

-¿Dormiste bien?.-preguntó.

¿Dormir bien? ¿Se refiere a si soñé? No lo hice, no tuve sueño alguno ¿Será que no lo recuerdo? Después de todo debido al cansancio muchas veces se suele olvidar los sueños.

-Mn.-asentí.- ¿Y tú?.-al contrario que ayer, mi voz tenía un toque más suave, ya no me dolía hablar y espero que sea lo mismo con poder moverme.

-Tuve una pesadilla.-su tono se volvió triste.

Una pesadilla...normalmente suceden debido a algún fuerte miedo, o tal vez un doloroso hecho para el afectado. Los temores más oscuros ocultos en tu corazón se encarnan en un todo, uno del que muy pocos pueden escapar.

-¿Quieres decirme que soñaste?-le pregunté suavemente.

-Que te perdía...soñé que te perdía nuevamente.-contestó, sus ojos se llenaron de lágrimas.-Yibo.-me llamó con desesperación.-Bodi.-ambas manos sujetaron mis mejillas mientras me acariciaban.-No me vuelvas a dejar, llévame contigo.-suplicó entre lágrimas

No lo entiendo ¿Por qué los sentimientos son tan confusos? Son como un laberinto dónde solo hay una salida, el resto son ilusiones a una trampa mortal. La decisión es fácil, aciertas o mueres.

-No te dejaré, Zhan-ge, siempre estaré contigo.-calmé, mis manos se dirigieron a su espalda y lo empecé a acariciar suavemente.

Pude observar como sus ojos se abrieron. Rápidamente se secó las lágrimas y me miró con una sonrisa fija en su rostro.

-Me llamaste Zhan-ge.-expresó feliz.

-Si.-asentí.

Los labios de Zhan se abrieron revelando una hermosa sonrisa de conejito, no hizo falta qué pasara mucho tiempo antes de que una alegre y agradable risa inundara el lugar.

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