Capitulo 30

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Tenko comenzó a despertarse gracias a que sentía un dolor intenso en sus caderas, al intentar moverse se arrepintió, eso solo había causado más molestia, intentó volver a dormir pero recuerdos de lo que había pasado la noche anterior llenaron su cabeza, abrió los ojos y miró hacia todos lados, no había nadie ahí, Dabi no estaba, con mucho trabajo se sentó, al voltear a la cocina lo vio preparando de comer, se estiró un poco pero no fue bueno, volvió otro dolor en sus caderas.

-Buenos días Tenko- Dabi dejó una charola con comida y unas pastillas frente a él, Tenko tomó las pastillas y el vaso con jugo- Son para el dolor, perdón por lastimarte no fue mi intención

-No digas tonterías, pensé que no dolería y ahora estoy llorando como un bebé- Se quejó el menor

-Pero si eres un bebé- Tenko le lanzó la almohada a la cara- Ya entendí, bueno ya no eres un bebé, ya que te quité tu florecita, ahora está en mi manos

-¿Cuál flor?- Dabi solo comenzó a reír y se alejó del lugar

-Debemos volver, ya sé que falta otro día pero tu padre está en la ciudad, me llamó hace una hora, le dije que salimos y que en 3 horas volveríamos

-No puedo ver a mi padre si no puedo mantenerme en pie, estar sentado me duele, existir me duele, respirar me duele, ¿Cómo planeas ver a mi padre después de tener sexo conmigo?- Replicó Tenko

-Yo no le diría así, yo le diría... quitarte tu florecita- Tenko se levantó para ir a golpearlo, pero enseguida sus piernas fallaron, estaba a nada de derrumbarse, pero Dabi llegó a sostenerlo- ¿Estas bien?

-Así te quería- Tenko comenzó a darle golpes en su cabeza con furia- Bueno ya que dices eso, quiero decirte algo de suma importancia así que escúchame

-Sí, ¿Qué tienes que decirme?- Dabi no le apartó la vista

-Solo quiero que sepas que te he entregado todo de mi, mi vida, mi casa, mi amor, mis sentimientos y ahora te entregué algo muy privado para mi- Dabi asintió con lentitud- Eso significa que, ya no puedes dejarme en tu vida, ¿Entendido? O sino no te voy a lanzar un mapache rabioso, van a ser 20

-Gracias por darme a entender que quieres pasar conmigo el resto de tu vida- Tenko rodó los ojos y le dio un tierno beso en la frente- Ahora, mi linda pasita, iremos a tomar un baño

Tenko asintió y fue cargado por Dabi hasta ese lugar, llenaron la tina y comenzaron a platicar, Tenko le contó sobre el vergonzoso suceso del baño que hizo que dejara de hablarle, aunque Dabi no paraba de reír, Tenko se sintió más cómodo al no tener secretos con el pelinegro. Dabi empacó todo, ya que no quería que Tenko se lastimara, también lo cargó hasta el carro y bromeaban sobre como el mayor le iba a decir a su suegro que le había quitado la inocencia a su hijo menor. Al llegar al centro de Tokio, Kotaro le mandó una ubicación al otro lado de la ciudad.

-Wow, a papi suegro le gusta demostrarme que nada en dinero- Comentó Dabi mientras veía el lugar, era un campo enorme, la entrada era de madera- ¿Para que nos citó aquí?

-No lo sé, solo sigo instrucciones de mi padre- Tenko intentó no moverse mucho, todavía le dolían las piernas, pero al escuchar un ladrido singular volteó hacia atrás, Mon-chan venía corriendo- Mi bebé

-¡SHIMURAAAAAAA SHOUUUUNEEEEN!- Tenko rodó los ojos al ver al rubio, pero detrás de él venía toda su familia, además de que venían algunos de sus amigos, Dabi se acercó Mon-chan y lo cargó

-¿Qué hacen todos aquí?- Preguntó Tenko en un susurro, Dabi no supo qué responder y acercó al gordo perrito hacia su novio, quién solo atinó a acariciarlo

-Dabi, Tenko ¿Cómo han estado?- preguntó Kotaro al llegar con ellos, ambos solo sonrieron y dejaron al hombre mayor hablar- Tomé algunas vacaciones, estare en Tokio, ¿No estás alegre Tenko?

No. 1- DabiShigaWhere stories live. Discover now