Capítulo 14

2.9K 378 18
                                    


Shinichiro aparca en la cochera, suspirando con cansancio por el día sumamente largo que ha tenido, y no por el trabajo, sino porque Takemichi ha estado un poco pegajoso y con un pésimo humor por la conversación que tuvieron sobre Baji y Kazutora. Por suerte, el pequeño kitsune se ha quedado dormido en el asiento trasero durante el viaje del taller a casa.

Al salir del coche, observa la hora y se sorprende al ver que ya es pasada la hora de la cena, debatiendo si despertar al pequeño para que coma algo, pero decide dejarlo descansar, ya que tantas emociones negativas lo han dejado agotado mentalmente.

Con cuidado, saca al híbrido del coche y lo lleva en brazos hacia la habitación de Takemichi, dudando si dejarlo en su cama, ya que no ha dormido ahí ninguna noche desde que llegó, siempre durmiendo en la cama de Manjiro. Pero antes de decidirse, su propio hermano toma la decisión por él.

—Os estaba esperando. —Dice Manjiro sentado en la mesa de la cocina, con la libreta que tenía antes abierta y escrita por completo. —Quiero hablar contigo y con Michi.

Shinichiro suspira de nuevo, pero asiente y se dirige hacia su silla, pero antes de sentarse, su hermano le quita al kitsune de sus brazos y lo abraza con cuidado contra él, haciendo que Michi pase sus bracitos por el cuello de Manjiro.

—No le despiertes, está agotado. —Murmura Shinichiro, sonriendo al ver como Manjiro siempre parece tan calmado y en paz al tener a Takemichi en sus brazos o a su lado.

Shinichiro deja que Manjiro ordene sus pensamientos, sabiendo que es una conversación seria, por suerte, ya ha cubierto sus bases y sabe que Takemichi nunca le dirá la verdad a Manjiro, sabiendo que así protege y cuida a su Mikey.

—¿De qué hablaste con Baji cuando fue al taller ese día? Nunca te he preguntado, pero ahora tengo curiosidad. —Pregunta Manjiro de forma directa, mirando fijamente a su hermano mayor. —Creo que es la razón por la cual a Michi no le gustan Baji y Kazutora.

—No hablamos de nada importante, y que yo sepa, a Michi le gustan tus amigos, me lo dijo hoy en el taller. —La ceja de Manjiro se eleva con escepticismo, sin creerse las palabras de su hermano mayor.

Algo comprensible en opinión de Shinichiro, pero quiere evitar que su hermano acabe en la cárcel por hacer algo drástico, como cuando Haruchiyo, el hermano pequeño de Takeomi acabó en el hospital.

Si tiene que mentir y pedirle al pequeñín que lo haga, no se lo va a pensar dos veces pese a lo que pese su conciencia.

—Bien, mañana le preguntaré a mi Michi, si no me dice nada, le sacaré la verdad a golpes a Baji. —Manjiro se encoge de hombros, besa la cabeza del kitsune entre sus orejitas y se levanta de la silla sin decir nada más. Luego toma su libreta y se marcha a su habitación.

Shinichiro apoya la cabeza en la mesa y cierra los ojos.

Mierda.

Doble mierda.

No había pensado en que Manjiro sacase la información a Baji con violencia, pero ahora que lo sabe, tiene que hablar con él y con el otro niño, Kazutora. Siente algo en su pecho, una presión por verlos a los dos juntos, pero es lo mejor. Shinichiro nunca termina con este maldito tema.

¿Qué hubiera pasado si esa noche hubiese muerto? Seguramente no habría más problemas.

El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora