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 Noah Schnapp❞ 

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Caminaba a pasos lentos hacia la preparatoria, mis ojos me pesaban, la espalda me dolía y mi alma poco a poco se apagaba. Un quejido salió de mí una vez que estuve frente a la entrada de la preparatoria. Tomé aire y entre sin más. 

Caminé en busca de ese pequeño ser irritante que atormentaba pero a la vez alegraba mis días. Al encontrarla intente acercarme a ella, pero mi vista se poso de con quien estaba hablando animadamente mientras ambos sonreían ampliamente, deteniendo mi paso. Bufé. 

Richard Barret, un pelirrojo de iris azules, tez blanca y altura unos centímetros menos que yo. Él sonreía mientras que ella le explicaba algo, Rodé los ojos por lo ridículo que se veían y camine fuera de la preparatoria hasta la cancha de futbol americano, palmeé los bolsillos de mi pantalón saque uno de ellos y lo lleve a mis labios encendiendo e inhalando de la nicotina.

Lo cigarrillos me han ayudado a desestresarme, muy pocas veces ingerí droga, pero últimamente he necesitado de ella, algo en mi pide que la consuma. No me quiero volver un adicto. 

Pero todos esos pensamientos se esfumaron de mi mente cuando mi vista viajó a la pareja que caminaban a la clase de computo. ¿Qué tramas, Barret? ¿Qué es lo que le ve Thompson?

—Imbécil —murmuré levantándome del lugar donde estaba. Le dí una última calada al cigarrillo para tirarlo al suelo y aplastar la colilla.

Caminé detrás de ellos a pasos ligeros pero furiosos, al llegar a aquella clase pude ver como él dejaba un beso en la mejilla de la castaña 

—Permiso —chisté pasando entre ellos, separándolos— Vayan a otro lado donde no estorben, gracias —ironicé y entré. 

—Hasta luego, Richard —escuché que ella se despidió. Absurda. 

—Vaya —hablé cuando llegó a mi lado sentándose— Así que... el subcapitán del equipo de futbol... 

—Ah eso, bueno lo conocí hace unas semanas en el teatro —volteo a verme— cuando te enojaste, el día que te dije que ensayaríamos.

Mierda, ahora ya entiendo porque esa conexión y miradas que se daban estos, no es de coqueteo o eso quiero creer, es como de: Hey, que tal o hey ese es mi amigo...

—¿Me cambias? —me burlé. 

—Tss, claro que no— volteó a ver a la entrada y una vez que se aseguro que no había nadie, ya que éramos los únicos, se acerco a besar mi mejilla— tú eres único —me dio cosa y me removí sobre mi asiento. 

—No hagas eso —me quejé frunciendo el ceño. 

Ella río y se acomodo en su asiento, sonreí volteando a la ventana que estaba de mi lado, Algo no me encajaba, en lo absoluto. Algo dentro de mí, dice que Barret intenta algo..

Es demasiado pronto para que él le haya tomado tanta confianza en tan solo una semana y media, él usualmente siempre desconfiaba de la gente, sus amigos siempre solían ser aquellos que lo conocen de años, pero ella, ella recién esta acá y él ya confía en mi chica.

 Es mía claro que sí. No es porque quiera ser posesivo, manipulador o celoso. Pero no me daba buena espina. Para nada. 

(...)

Caminaba junto a ella mientras nos dirigíamos a la cafetería a comprar. Bueno ella, porque doña María me mando unos sándwiches. Nuestras manos torpemente se topaban. 

Por el rabio de mi ojo pude ver como se le formaba una sonrisa en el rostro. Pensé. ¡Pensé que era por mí! ¡Pero no! ¡Porque era por él.. el querido Barret!

❝𝐓𝐡𝐢𝐬 𝐈𝐬 𝐋𝐨𝐯𝐞? ➟ 𝗡𝗼𝗮𝗵 𝗦𝗰𝗵𝗻𝗮𝗽𝗽❞Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt