Capítulo 3: La libertad de Aseth

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Decidí caminar un poco más con el tiempo detenido, ya me estaba acostumbrando a hacerlo avanzar poco a poco y por gusto. Llegué a un amplio parque lleno de áreas verdes y personas congeladas en el tiempo, niños a medio correr, mascotas que parecían porcelanas y aves que parecían adornos fijos en el cielo. Tomé asiento junto a un hombre vestido con traje, que tenía una expresión pensativa y seria en su rostro, como si estuviera sumido en sus pensamientos para siempre. Observé mi entorno, aún sorprendido por el extraño suceso que podía controlar a voluntad. Quise dejar que el tiempo siguiera su curso, pero al comenzar a hacerlo, escuché una voz suave que me dijo:

?: ¿No te parece divertido?

Inconscientemente, detuve el tiempo al asustarme por esa voz. Lo supe porque lo confirmé con el reloj analógico que le había quitado al idiota que decidió disparar en el callejón. Sin embargo, volví a escuchar esa voz:

?: Jajaja, siempre encuentro divertido presenciar los primeros pasos de un Dios. Eres tan nuevo que ni siquiera puedes identificar a quién te habla.

No necesité mirar a mi alrededor, sabía que esa voz resonaba directamente en mi cabeza, y sería una pérdida de tiempo buscar a la persona responsable con mis ojos. Tenía que hacer algo pronto o se me escaparía la oportunidad de obtener información sobre lo que me estaba sucediendo. Esperé pacientemente a que me dijeran algo más, y mientras tanto, mi mente se llenaba de preguntas absurdas: "¿Quién eres? ¿De dónde has salido? ¿Por qué está sucediendo esto?", pero no obtuve ninguna respuesta. Decidí rendirme e irme de allí, tenía muchas más cosas en las que pensar, pero al intentar levantarme de mi asiento, la persona que había estado sentada allí desde que llegué extendió la mano y agarró mi brazo. Me miró fijamente y me dijo:

Aseth: ¿Tienes prisa por irte? No es como si se te fuera a acabar el tiempo, ¿verdad? Mi nombre es Aseth.

Impactado por la persona que podía moverse libremente a pesar de que el tiempo estaba congelado, decidí retomar mi asiento y comenzar a hablar con él. Sin embargo, antes de que pudiera preguntarle algo, él me interrumpió:

Aseth: No te desesperes, Anukai. -Me sorprendió que supiera mi nombre, no era algo común. Mi padre era un extraño fanático de la teología y, por alguna razón, decidió darme este extraño nombre. Creo que tenía algo que ver con Sumeria, no lo recuerdo bien.- Tienes muchas inquietudes, pero cosas que están más allá de tu imaginación están a punto de suceder, y yo me encargaré de supervisar este proceso.

Anukai: ¿Cómo es posible que tengas esta habilidad? ¿Por qué sabes mi nombre? ¿Planeas responder?

Aseth: Hemos sido elegidos por esa sombra, desde el día en que hace contacto con una vida, esta se ve envuelta en un proceso de transformación inexplicable... Puede ser confuso, pero con el tiempo comprenderás cada situación. Por ahora, vengo a darte un único consejo antes de irme. Debes darte cuenta de que lo que los humanos llaman "alma" es la esencia de la vida en general, y es tan grande que está conectada a través del tiempo y el espacio. La energía vital de un ser terrenal está vinculada a diferentes vidas, tiempos y universos. Este es el verdadero don que debes usar para comprenderlo todo.

Anukai: ¿Quieres decir que mi alma está ligada a otros seres?

Aseth: Puedes usar esa conexión para hacer que tu conciencia viaje a otros cuerpos que comparten tu misma energía vital, aunque debes tener mucho cuidado al hacerlo, teniendo en cuenta que hay muchas cosas que aún no sabes. Mi consejo es que, si buscas la verdad sobre lo que le sucedió a Isabella, debes preguntarle a ella misma... Su conciencia ha dejado el cuerpo que le fue asignado en esta tierra, pero eso no significa que haya desaparecido por completo. Recuerda que la energía no se crea ni se destruye...

La historia de mis mil vidas: "El viaje"Where stories live. Discover now