Capítulo 39

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— ¡Agh!

— ¿Enserio quieres seguir?

— Puedo resistir, aún puedo.

Se aferró a las esposas que la encadenaban a aquel árbol, en medio del bosque.

Solo se despertó ahí, atada.

— YoonGi no te ha enseñado modales.

El cuero del látigo resonó con fuerza contra su espalda.

— ¡Agh!

— Dilo de nuevo.

— ¡Cabrón!

De nuevo el látigo, pero esta vez de la fuerza se alcanzó a la cara del chico.

—Vamos ¡Dilo!

— ¡Vete a la mierda!

Una tirar otro latigazo cuando una camioneta se colocó enfrente con las luces encendidas apuntando ak árbol donde estaba ella.

Una pequeña parte de ella tenía la esperanza de que fue YoonGi.

Pero no, era un empleado de James.

— Señor.

—Que no ves que estoy ocupado.

Le hecho una rápida mirada a la chica frente a él, estaba descalza y solo llevaba ropa interior y una camisa de hombre encima, era de noche y hace frio, la madrugada se sentía en el aire helado.

— Esta todo listo, el jet los espera en el aeropuerto acordado.

— Esta bien, saldremos para a allá de inmediato.

Cerro los ojos con fuerza, creyendo que era un sueño, un sueño muy doloroso ya que sentía la espalda ardiendo como el mismo infierno.

Gimio de dolor al sentir como las cadenas caían y eran remplazadas por una cuerda, dejándolas juntas al frente.

Sentía desmayarse.

Pero no pasó, en cambio sintió como la subían en la parte trasera de la camioneta, miro el sueter negro que tenía el castaño antes de latigarle.

Acercó sus manos y después de su cometido , las alejo.

Miro por la ventana y luego debajo de esta.

Había una pistola, miro a todos lados esperando que fuese una broma pero no fue así, estaban aún dos hombres estaban charlando.

Tomó el arma, tenía solo dos balas, tendría que saber cómo usarlas.

Sin más decidió dejarlas para los dos hombre de afuera. Al parecer las demás camiones se están llendo, espera a que solo quedarán ese par.

Al parecer acertó ya que en el momento que iban a abrir de nuevo su puerta no lo pensó y a punto a la cabeza de el chico que llegó antes.

Sin más corrió fuera sin ver a nadie, colocó la espalda pegada a la camioneta mientras sus manos a un apresadas juntas, sostenían con fuerza el arma.

— ¿Quiéres jugar de nuevo preciosa?

No sabía de donde provenía la voz pero sabía que estaba cerca.

Al momento de que abrieron la puerta a lado de ella, no dudó, apuntó y disparo.

Pero sorpresa, ese maldito no era James, pronto sintió como disparaban hacia dentro, se colocó en una de las paredes de la camioneta y cuando escucho que cambiaría de cartucho aprovechó el descuido para bajar, pero le echaron la puerta, se sentó rápido y con las piernas aventó la puerta con fuerza.

La Niña Del Mafioso «Min Yoon Gi»  Where stories live. Discover now