Luego de haber abandonado a su última creación a su suerte, Bobby ha roto su prohibición de no crear nuevas criaturas, todo por el empeño de salvar al joven Junhoe de una muerte autoinflingida.
Aún como vampiro June vive penando, culpándose por la m...
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Bobby no podía creerlo, apenas y podía procesarlo por lo que no pudo responder a las constantes preguntas de Hanbin, solo se acercó a los otros dos para verificar el estado de Jay.
—Alguien, alguien más vendrá, y nos ayudará... —dijo de manera distraída.
Acarició con suavidad el cabello blanco de Jay, aún no despertaba pero al menos no parecía haber empeorado.
El silencio tenso permaneció por varios minutos hasta que, en efecto, pudieron sentir la presencia de dos criaturas relativamente jóvenes que se acercaban al lugar. Pasaron unos quince minutos que se alargaron bastante para las tres criaturas que esperaban, antes de que los dos visitantes llegaran.
El primero, de rasgos afilados y cuerpo delgado, vestido además con elegante comodidad. El segundo, de largo cabello ondulado, era el que se había contactado con Bobby en primer lugar.
—Hwi... Hwiyoung —exclamó Bobby sorprendido.
—Es bueno volver a verte, hyung. Pero no hay mucho tiempo, venimos a ayudar. Les presento a mi pareja de vida, Taeyang, antes de volverse uno de los nuestros él también era un ser feérico.
—¿Un ser feérico? —fue BI el que preguntó.
Taeyang se acercó a Junhoe y al humano inconsciente, sin embargo al notar la postura defensiva de la criatura esperó un poco.
—Sí, así es como se les conoce. ¿puedo acercarme para revisarlo?
Por algunos momentos Junhoe lo analizó con la mirada sin aflojar el agarre de su Jinani, no quería dejar que sufriera más. Sin embargo, no podía percibir ninguna enemistad en aquella criatura joven y amable; supuso que, si se negaba, él lo aceptaría y se alejaría, pero eso también significaría que Jinhwan no obtendría la ayuda que le podía dar.
Junhoe miró a Jinhwan unos instantes más, acariciando con el pulgar su mejilla, luego de un último suspiro volvió a mirar a Taeyang y asintió: podía acercarse, aunque en ningún momento soltó a su Jinhwan, se mantuvo alerta.
Taeyang se arrodilló junto a él, poniendo toda su atención en lo que sus sentidos le decían. De forma lenta, para no asustar a su protector, Taeyang colocó una mano sobre el pecho desnudo del peliblanco, sintiendo su corazón lento y su respiración, también su temperatura, todo lo que pudiera darle indicios de lo que ocurría en su cuerpo.
Después de unos momentos asintió, como respondiendo a sus propios pensamientos, y dedicó una ligera sonrisa a las otras dos criaturas.
—Bien, creo que podrá resistir sin que haya necesidad de transformarlo. Nuestra naturaleza es mucho más resistente que la de un humano promedio... bueno, su naturaleza.
—¿En verdad? —preguntó Junhoe esperanzado.
—Sí, solo necesitan darle un poco de sangre para reforzarlo, y sería preferible que su pareja lo marque, eso potenciará también su capacidad regenerativa.
