Capítulo#1

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Por Anika:

Me encuetro flotando en la parte posterior de una posta médica que esta llena de heridos, hay de dos a seis muertos confirmados y mi compañero y amigo Ashton Spark está cobrando la recompensa por la misión que se nos fue asignada hace dos semanas. No entiendo como él puede ser tan irracional, está solo pensando en el dinero y hace nulo a los caídos en batalla, es cierto que ellos fueron de voluntarios y  podía hacerce cargo solo pero, aun así, como puede olvidarlos tan pronto.

Desde que me convertí en fantasma no recuerdo nada de mi vida pasada, mis amigos, familia, mi hogar. Cuando desperté en medio de la nada todo estaba destruido y no conservaba nada que me identificara como persona, estaba sola en un mundo tan grande y cruel donde para sobrevivir se necesita más que una vida extra. En aquel instante solo tenía eso, otra oportunidad. Vague por el mundo sola por un año, conocí pueblos donde nadie me podía verme y me costo trabajo superar semejante soledad hasta que descubrí otros como yo, en la misma condición fantasmal, excepto que ellos si recordaban todo de su existencia, protegían a sus familiares vivos y arreglaban situaciones para ayudarlos, al menos eso me contaban. Mientras yo solo era una chica diferente, sola, sin principio ni final.

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Así vague otro año y decidí ir al bosque prohibido donde las criaturas más extrañas habitaban. Viajé bajo la acesoria de un fantasma con el cual mantuve un idilio temporal, me fue extraño ver que no seguia el mismo patrón de conducta que los demás errantes, aunque me alivió no ser la única de mi tipo. Él me dijo que allí encontraría a una persona que me podría ayudar a recobrar mi memoria y así tendría un propósito como los demás de nuestra tipología, lo que no sabía era que no seguiría a nadie por el resto de mi muerte. Después de un largo viaje descubrí que Fred, mi ex amante, me mandó para librarse de mí o por un plan de alguien pues a mitad de camino me dejó sola además, solo encontré en aquel lugar desdichados como yo, criaturas espantosas que no tienen futuro, peligrosos moustros que atacaban al más leve movimiento. Era un infierno. Preparé en una cueva con trampas que aprendí con la estancia, descubrí que había algunos seres vivos que si me podían dañar y que podía cambiarme de ropa o crear la mia propia con algunos complementos que adquiria de los cuerpos que caían en las trampas. Algo que los otros no podían imagino, ninguno de ellos tiene la capacidad de hacer nada de lo anterior porque viven sentrados en sus familiares vivos y claro, yo no quería eso, quería una aventura.

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Al año viviendo en aquel lugar estaba recogiendo las criaturas capturadas cuando note un cuerpo que caía de El Cañón del Suicidio, los humanos sin cordura suelen lanzarle de allí para perder la vida, para mi solo son cobardes que no tienen el valor de afrontar las trabas de la vida y además, al morir son transformados en fantasmas y luego en la cena de los werrd, así los llamo. Este que esta callendo no es la excepción, siempre es igual.
Para mi sorpresa el se destruyó menos, su cuerpo se veía más resistente y lleno de tatuajes, igual y ya murió, mejor lo dejó aquí para que se lo coman estos idiotas de los werrd,  les encanta la carne fresca.

Al volver el próximo día el estaba ahí, sentado en una roca, vivo, pero en pedazos y me hacerque pues la curiosidad fue más de la que podía controlar, ahí estaba él, Ashton Spark, quien hasta hoy es mi amigo, compañero y él amor de mi vida, en secreto claro. No me atrevo a confesarme y creo que jamás lo haría. Nos unimos para hacer misiones y hasta hoy somos inseparables. Conoce mi pasado y me ayuda en lo que puede, apesar de no saber lo que siento.

Los encuentros que tiene Ashton con nuestros enemigos son formidables, siempre peleas rudas y la mayoría de las veces hasta la muerte. El único truco que existe es su inmortalidad, el secreto de nuestro éxito como caza recompensas profesionales. No hay manera de que el sea asesinado, lo he visto lanzándose en volcanes, barrancos, grandes océanos, siendo devorado por grandes bestias y nada ha funcionado. Siempre vuelve a armarse, vuelve a salir el pedazo dañado, destrozado o quemado, es un lío como persona. Por eso me gusta ¿a quién no en realidad? Me encanta la vibras que se carga. Su espalda es grande y musculosa, al igual que su torso, que están cubiertos por variados tatuajes, aunque el que más me intriga es el demonio que tiene a lo largo de su espalda y es atravesado de piez a cabeza por esa rara sicariz. Tiene el pelo largo y oscuro tocándo sus hombros. Y ese rostro es, sus ojos...

—¿Pensando en mi otra vez pequeña? ¿ Sabes que tengo una complexión física casi perfecta? —se acerca mencionando el par de preguntas de siempre y agitando una bolsa llena de monedas de oro.

—¿Sabes que eres creído como un diablo? No pensaba en tí y ni siquiera se como eres físicamente, somos compañeros no amantes. —Me enrojesco pensando en lo creído que es y guardo un mechón de pelo tras mi oreja.

—Anika, eres como una hermana para mí, sanas todas mis heridas, con ese estraño poder que los fantasmas no tienen, aunque sabes que sanaran solas. Pero no digas que no has visto mi cuerpo, no hay ninfa que se le resista y tú no eres la excepción, además no creas que no eh visto que tienes una figura bella—¿Pero que se cree? Me gusta su cuerpo, me fascina, pero no puedo decirle eso, nunca le diré lo que siento o puede ser el fina de esta gran amistad.

—Sabes que ser un arrogante, presumido y promiscuo no ará que me gustes, soy una chica difícil esas cosas no llaman mi atención y claro que se que tengo una perfecta figura—noto que su semblante cambia totalmente, si no conociera bien su carácter diría que le molesto el tema de nosotros, aunque se que ese tipo de bromas no le importan, pero siempre reacciona así.

—No me gustas vale y se acabó el tema, algún día te diré que me falta para ser perfecto, por ahora conformate con verme perfecto. Me acerque para decir que un tal conde Demon quiere otorgarnos una misión especial para ambos, dijo que pagaría por tu precencia en la misión, parece que le gustas. Ah y ya para presumido estoy yo.—Acabamos de salir de una mosión  muy ariesgads para entrar en la otra, el tema de mi precencia es delicado pues nunca ha sido solicitado nada de eso.

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Llegamos hasta el dichoso puente que llacia en la ubicación entregada a Ashton, de pronto bajo del cielo una tienda de acampar, fuego emergió de la mano de un hombre bien vestido. Al llegar al suelo apagó la llama de un chasquido y una terrorífica sonrisa salió de sus labios.

—Hora de jugar amigos —comentó el apuesto extraño que aunque no muestra su rostro posee un físico que no hay mujer que no deleite si vista al verlo. El traje negro marcaba cada uno de sus músculos y portaba un antifaz que tapaba solo sus ojos. Aun así noté unos candentes ojos verdes posados en mí.

—¿Usted es el que requiere mi servicio? —Mi amigo estaba bien  molesto al parecer y puedo ace girar que se debía a la precencia de este sujeto .

—Si, quiero que valla  a este punto en el mapa, conozco que usted sabe mucho de todo, aunque creo que nunca se ha enfrentado a algo como esto. —Lanza una carta que llega a las manos de Ashton dejando una estela de fuego a su paso. Al observar noto una ubicación que no existe, habla de un pueblo abandonado, solo, sin un rastro de vida, habla de donde comenzó mi segunda oportunidad.

—¿De qué se trata esto? ¿Acaso es una broma? ¿Me conoces? —lanzó un montón de preguntas al sujeto que no deja de mirarme a la distancia ya poniéndome nerviosa con su actitud.

—Joven y hermosa belleza de este mundo, conozco cada cosa de ti se lo que deceas y cuanto. Ahora ¿Qué estás dispuesta a dar para recuperar tia recuerdos?

—Todo—digo sin pensar.

—Vengan al pueblo que está en el lugar marcado, los estaré esperando en el bar de el final. No se asusten por la arena, no muerde.

—¿Qué te hace pensar que iremos así sin más? —Habla Ashton desviando la mirada de aquel hombre.

—Les pagaré muy bien, en moneda sagrada, pueden votar ese sucio oro si gustan. —Recordé las palabras de el hombre que un día me acompaño y me dejó en medio de la nada, será él.

—Hecho—Valla  se ve que por dinero este hombre vende hasta si alma.

—Nos vemos en la dirección que les deje en la carta, no faltes Anika. Te estaré esperando.

Habla sin más flotando en la misma dirección que llegó, desapareciéndose así en las espesas nubes que ya traían la noche a nuestros mundo.

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