𝙉𝙀𝘼《𝒇𝒆𝒊𝒅》

XXXV.-

24 de diciembre.

Idelys:

—No combina, Zabdiel — hice uña puchero y rió

—¿porque simplemente no te pones el carajo vestido ese? — me lanzo el vestido y lo mire mal

—Ash, está bien — rodó los ojos

—Bueno, me iré a bañar — asentí y salió de mi habitación

Me puse el vestido, y comencé a maquillarme, se estaba haciendo tarde para irnos a la recepción donde festejaríamos noche buena, mi celular sonó indicándome que Salo me estaba pidiendo una videollamada, conteste y puse el teléfono frente a mi de forma que se viera como me estaba maquillando

—¡ave María, mi amor! —comenzó a silbar y reí — de malas que no esté allá para comérmela a besos y de otra forma también — hizo una cara pícara y reí

—¡Salomón, no seas puerco! — se escuchó un grito a lo lejos y solté una carcajada

—Mor, respete — reí — qué guapísimo te vez, yo también quisiera estar allá contigo — hice cara triste

—No mor, no me haga esa carita que ahorita mismo tomo un vuelo pa Puerto Rico — negué

—Estas loco

—por vos, mi vida— sonreí, me encantaba la forma como me trataba

—¿lo pasarás en tu casa? — asintió

—nosotros casi no festejamos a lo grande estos días, solo le damos gracias a dios por seguir pasando estas fiestas los 4 juntos — sonreí

—qué bueno, amor — sonrío

—Te extraño tanto — suspiré

—Yo igual, muchísimo, ya quiero que pase el tiempo volando.

—así será, cuando menos esperemos ya estaré de regreso y haremos lo que planeamos — asentí

—Claro que si, mor.

—Feliz noche buena y navidad mi vida, por si no te llego a localizar más tarde, quiero desearte la mejor de las navidades, la primera juntos, aunque no sea en persona — sonreí con ternura

—Igualmente mor, feliz noche buena y navidad, espero que esta sea la primera de muchas juntos. — me mando un beso

—Te dejó mor, yo soy el encargado de hacer los buñuelos — reí y asentí, le mande un beso y cortamos la llamada

(***)

—¿si? Diga — se escuchó al otro lado de la bocina

—Hola manu, soy Idelys, si Salomón está cerca de ti, por favor no digas que soy yo, plis  — aclaro su garganta

—Oh si claro, un momentico, voy a buscarlo para dictarselo. Salo, ya vengo, cuida ese buñuelo.

—Si, hermanita. — sonreí al escucharlo

—Listo, hola Idelys, ¿como conseguiste mi número? — reí

—sky me lo paso, es que me urgía, y si se lo pedí a salo me iba a preguntar que para qué.

—Es la pregunta que haré yo — rió — ¿para que soy buena?

—Mañana le daré una sorpresa a Salomón, y quiero ver si puedes ayudarme.

—Claro, vos decime.

—Mañana viajó para allá, mi vuelvo sale al medio día, si es que no se retrasa, sky me va a recoger al aeropuerto, pero quiero tener una manera de ir a tu casa, y poder entrar cuando Salomón no esté para darle la sorpresa — dije mordiendo el labio de los nervios