Los Hijos Del Doctor Greivis.

Capitulo 22.

Domingo.

El ambiente esta alegre, a la vez algo nostálgico. A tan solo horas será año nuevo.

Camino a la sala y veo a Jackson hablando con Beck, ambos ríen.
Hago una mueca al mirar su nariz, ya dejó de sangrar pero se nota lo roja e hinchada que está.

—Oh no, oculten los balones—Bromea Beck cuando me acerco.

—Jah—Ruedo mis ojos.

Siguen con su conversación y yo solo me mantengo al lado de Jack, mis pulmones se llenan de su perfume y mi piel se eriza cada vez que hace un movimiento con sus brazos y me roza.

Miro su perfil de reojo y cabello está desordenado y de mi sale una puntada de querer peinarlo.

Me quedo helada cuando baja su rostro para susurrar en mi oído.

—Deja de mirarme, vas a babear.

—Que presumido eres.

Digo dándome vuelva y yéndome  al patio, trato de hacerme la indiferente pero en mi mente solo hay una pregunta:

¡¿Por qué no dejaba de mirarlo?!

Siento pasos detrás y luego veo su silueta sentarse a mi lado.

—¿Por que no me habías presentado a tan gran hombre?

Mamá pregunta recostando su cabeza en lo hombro.

—Hace semanas, tampoco lo conocía.

—Le gustas.

—¿Ah?

Mi corazón se acelera.

—Le gusta—Repite.

—No lo creo—Peino mi cabello con mis manos, trato de mantener la calma.

¿Gustarle a Jackson?

No. Definitivamente no lo creo.

Mamá suspira a mi lado.

—Una madre nunca se equivoca.

Se levanta y camina a dónde está su hermana, volteo a ver a Jackson y Beck que aun se encuentran hablando.

El primero me mira y rueda sus ojos.

Idiota.

#

Mamá y tía Carlis corren de aquí y allá poniendo la mesa, todos estan en sus habitaciones preparándose para la gran cena.
Jackson no se dónde se ha metido así que aprovecho para meter mis lindas pompis en el vestido color plata que he comprado para esta noche, me coloco los tacones y voy hasta la peinadora para maquillarme.

Después de terminar miro contenta mi resultado.

Me dispongo a bajar y ya algunos están ahí, ayudando con la cena.

Fiuuu. Escucho el silbido de mi primo Beck.

—Estas hermosa primita—Besa mejilla antes de tomar a su hija en brazos.

Durante un rato esperamos a los demás. Ya es hora de sentarnos, busco con la mirada a Jackson pero no está en ninguna parte.

—¿Has visto a Jackson?—Le pregunto a mamá.

—Oh, el ha salido muy apurado esta tarde—Se encoge de hombros.

Asiento y camino a la mesa, nos reímos cuando tía Carlis comienza con sus historias de cuando mamá y ella eran adolescentes, veo a mamá sonrojarse cuando hablan de papá.

—Mi único gran amor—Suspira.

Y en mi garganta se forma un nudo, veo los ojos de mis hermanas cristalizarse.

—Creo que es hora de empezar con la cena.

Sugiero, para cambiar de tema.

—Aun no está Jackie aquí—Mi tía me mira—¿Se han peleado?

—Pff, no.

—¿Y por qué quieres empezar sin él?

—Solo creo que todo de enfriará.

—Me siento indignado—Habla su voz y me giro—No querías esperarme.

—N-no es...

Mi boca se cierra cuando mis ojos se topan con unos verdes esmeraldas intensos, su cabello corto blanco es hermoso y su piel de ve súper cuidada.

Me mira con arrogancia desde su posición.

Melissa Cortiern.