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La ropa volaba por toda la habitación. 

Sólo la ropa calurosa.

Ignoré a mi conciencia y seguí buscando shorts o la ropa más fresca que tuviera en el armario. El promedio de color que hacía en ese lugar era una locura, al menos eran 40 grados.

Al menos... 

Me giré hacia la puerta, mamá había entrado con algunas prendas de ropa. 

— ¿Estás nerviosa? — preguntó  

— No más que tú — sonrió y dejó la ropa doblada en la maleta 

— Tu padre está ayudando a Mike... Si se arrepienten... — 

— Cosa que no haremos — 

— . . .Pueden llamarnos e iremos por ustedes hasta donde estén  — continuó sin hacerme caso

— O enviarán a alguien por nosotros. Siempre lo hacen — mamá hizo como que no escuchó eso y recorrió con la mirada la habitación  

— Los dejaremos en el aeropuerto apenas estemos libres... — la interrumpí mientras lanzaba con fuerza una blusa 

— Adivino, ¿surgió un nuevo problema en el trabajo? — el rostro de mamá se volvió rojo 

— Sí — me mordí el labio y fui hasta la puerta 

— Al menos despídanse de Mike antes de dejarnos. No como la última vez — salí de la habitación ignorando a papá y Mike en el camino 

Una vez en la cocina, tomé un largo trago de agua y suspiré. Volví a la habitación con otro vaso para mamá. 

~●~

Estábamos camino al aeropuerto y acabábamos de terminar de hablar con el abuelo y después con Owen. Cuando levanté la mirada del celular, vi a el mismo niño rubio con el que Mike chocó en la nevería, estaba jugando en el patio de su casa y justo una señora lo llamó.
A los pocos minutos bajamos del auto, ya habíamos llegado al aeropuerto y al instante fueron a ayudarnos con algunas maletas. 

— Por aquí, señor Hammond — seguimos al señor 

Apena llegamos y ya estábamos por cruzar la puerta hacía el avión. Papá me tenía abrazada por los hombros.

— Prométeme que vas a cuidarte, ¿si? Nadie puede hacerte nada que no quieras — asentí mientras miraba como mamá tomaba a mi hermano de los hombros — Nada de desobedecer a Owen — me reí un poco — ______, hablo enserio. Nada de tonterías y nada de chicos — 

— Si, papá. Puedes prohibirme respirar también, ¿sabes? — me envolvió en un abrazo 

— Ambos tengan cuidado. Manténgase alejados de las jaulas y garras de cualquier animal y si uno se escapa... —

— ¿Los llamamos? — fruncí el ceño 

— ¡No! Corran y buscan a Owen —

— Claro, papá. Como si el parque no fuera uno de los más seguros. ¿Qué dinosaurio podría escapar? — fuimos a donde mamá estaba

Me despedí de ella un poco nerviosa. Había usado las mismas advertencias que papá. 

— El celular, _______, mantenlo con sonido y cargado. Mantenlo en tu bolsa y por favor que no se pierda. Siempre lo haces — mis mejillas se tornaron rojas 

Tomé a Mike de la mochila que llevaba colgada.

— Ya nos vamos, mamá —

— Tu encárgate de eso, Mike — 

Vacaciones En La Prehistoria [Zach Mitchell y tu]Where stories live. Discover now