"Este es otro compartimento" dijo una chica bonita de cabello largo , castaño claro, no recuerdo el color de sus ojos, estaba en paño o quizás no; mostrándome un armario escondido en las paredes de madera de lo que se supone que es un baño. Hay un gato negro, de aspecto caricaturesco, solo se distingue sus ojos... parece que es amigo de la chica. Una señora le grita, le grita muy fuerte, al parecer es su madre, su madre llamándola inútil. La chica no parece ser afectada por eso.
La casa es de la chica, la chica aveces soy yo. La casa es bonita, es grande; con cuartos grandes y bonitos, en la parte de enfrente tiene como varios balcones cuadrados con plantas en su interior que sobre salen por la parte de arriba. El piso es de tablas de madera, es bonito. El cuarto estaba muy bien iluminado, con una gran ventana al fondo a la izquierda; era grande, con una planta al final en la esquina, tenía las paredes blancas y también una especie de plataforma que no recuerdo muy bien.
Cruzamos el pasillo, la madre era una señora gorda, que está viendo la televisión creo, no me fijé mucho en ella; y salimos de la gran casa, había que escapar de ahí, escapar de ese mundo perfecto de paredes blancas.
"Hay que mirar al este, hay que mirar al sol" dije.
Había una pared blanca.
Ahora la chica soy yo, llevaba una mochila pequeña, el color era de entre verde pasto opaco o marrón claro, no recuerdo con exactitud. Intenté escalar la pared.
Cuando logré subir vi un balcón a la derecha, conocí a mis vecinos, una chica rubia de más o menos 15 años se había asomado, tenía pecas y llevaba amarrado el cabello en una cola alta. Le expliqué la situación y fue a buscar a su familia, eran unos 5 miembros creo, ella, la madre, el padre, el hermano menor, y el abuelo; era una familia de inventores, que también fueron encerrado en este mundo, llevaban unos bolsos propulsores de color blanco con cintas negras, parecen botellas con agua pensé. Me dieron uno y me acompañaron en el viaje.
El sol se está desintegrando, por una ley absurda como mirar al sol fijamente cuando este está en el este, el sol es grande, muy grande, el sol empieza a maldecir , se están volviendo marrón sus partículas, las paredes se están derrumbando, hay un vacío negro al fondo de la gran grieta de una de las paredes, la pared del este. Fuimos volando hacia allá, tratando de conseguir nuestra libertad.
( . . . )
Está oscuro, habían unas escaleras flotantes hechas de troncos de madera negra cortadas en rectángulos , todo está oscuro, hay una entidad enorme que parece custodiar la 'salida'. Al final final de las escaleras hay una luz, quizá sea la libertad, el mundo real...
Salí primero, temerosa de que la entidad se diera cuenta que hay personas en su territorio tratando de escapar. Subí las escaleras con cuidado, tratando de no caer por aquel, aún más oscuro , precipicio que no parece tener fin.
( . . . )
Llegué, había llegado, era como un balcón, abajo se podía ver los autos, al parecer estaba en el cuarto piso de un edificio rojo, en ese momento no me importó que estuviera muy alto, yo solo quería salir, ser libre, conocer más colores, quería ver el cielo azul; así que me lancé.
( . . . )
"Y Este es otro compartimento" dijo esa chica la chica que ahora soy yo.
No había funcionado , estaba condenado a vivir encerrada en ese mundo, en ese ciclo para siempre...
Y entonces abrí los ojos, todo fue un sueño, gracias a dios, solo fue un sueño.
Fin.
