Pensamientos de una adolecente.

Te extraño.

Sobrevivi un día más, despierto y por mí mente pasan cientos y cientos de pensamientos, recuerdos y fotos guardadas en mí, pero claro, trato de no prestar atención a ello ya que estoy más pendiente de las lágrimas que caen por mi rostro.

Dicen que llorar es de cobardes, yo digo que las niñas grandes no lloran, pero me equivoque, a escondidas de todos sí lloramos, como manera de escape. Sea lo que sea, estás intentando librarte de ese monstruo que va consumiéndote poco a poco, procurando no dejar que te pille y que acabes con una puñalada más por la espalda, que ya bastantes marcas tienes.

Te levantas de la cama sin ganas de hacerlo y con el mayor esfuerzo te pones de pie dejando la mirada fija en la puerta cerrada de tu cuarto. Al fin y al cabo, ahora mismo este es tu mundo, tu refugio, tu escondite, donde podrías estar horas sin que ningún ser te molestase, ningún ser que no seas tú mismo, tus sombras y tus recuerdos.

Se que estas mejor allá, en donde estes, cualquer lugar es mejor que este infierno que llaman tierra. Confieso que me haces falta, como nadie me ha hecho, necesito tenerte aquí, con migo, pero ya acepte que no es posible, por más que me costo aceptar la realidad.

Muchas veces eh despertado sintiendo que me abrazas y no me da miedo, al contrario, me siento bien, me siento protegida. Extraño cada detalle de tí, cada carta que me has dado las tengo guardadas como lo mas valioso que tengo, te podría decir muchas cosas, pero duele recordar cada momento juntos si ya no estas, 5 años de felicidad que me haz dado no se superan facilmente.

Me duele esta realidad, quiero escapar, pero no se a donde ni como, no encuentro una solucion razonable.

Lamentablemente cargabas con sigo un ángel, enviado con un propósito especial o para enseñarnos a mí y a todos quienes te conocieron una lección importante y hasta mantenernos a salvo durante un periodo de tiempo, que se yo. Al menos yo confío mucho en tí, se que me das fuerza desde allá, aunque todo venga de la mano del dolor al fin y al cabo espero conforme al tiempo ir aclarando la razón de tu partida, no te olvidare nunca, aunque pase mi vida entera, nadie ocupara tu lugar, ni me dara la felicidad que me diste tu, pero te prometo que estare bien, que saldre adelante así como eh estado haciendo durando casi ya 12 meses, que así como pase el tiempo me ire acostumbrando a esto...