5.

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En multimedia os dejo una fotito de Kevin cuando era más pequeño (osea, antes de "Peligro")

No sé si se van a ver los guiones colocados correctamente, estoy en guerra con Wattpad si vuelven a transformarse mis guiones largos en cortos... En caso de que así suceda, trataré de arreglarlo en cuanto Wattpad me permita hacerlo T___T

Aquí os dejo el capítulo:


5.

Me quedé sin habla; completamente estática. Por una parte; era obvio que Dylan me iba a ver tarde o temprano, ¡estaba plantada frente a él! Pero aun así resultaba violento, sentí que mis mejillas comenzaban a brillar, acaloradas.

-¿Qué estás haciendo tú? -Me armé de valor y conseguí hablar con la cabeza alta, como si no estuviera llevando un pijama demasiado revelador.

-¡A ti qué te importa! -respondió Dylan, mirando de un lado a otro-. Vuelve ahí adentro ahora mismo, antes de que venga alguien más.

Negué con la cabeza enérgicamente y de los labios del chico salió un suspiro. Finalmente apagó la moto, sin bajarse de ella. Tan sólo estaba haciendo ruido, por lo que podría haber despertado ya a alguien.

-No me iré hasta que no me digas a dónde vas -dije firmemente.

Dylan chasqueó la lengua y se llevó ambas manos a la nuca, con desesperación. Parecía realmente exasperado por mi culpa, pero yo debía de reconocer que me emocionaba el hecho de estar compartiendo un momento de rebeldía con él. Yo no solía meterme nunca en líos, sacaba buenas notas y jamás bebía alcohol. Dylan era todo lo contrario.

-Voy a una fiesta, ¿satisfecha? -soltó al final-. ¿Puedo irme ya?

Era domingo por la noche, no sabía qué clase de fiesta podía ser esa, pero sí estaba segura de que Winston se enfadaría muuuuucho si se enteraba de que Dylan no estaba en la guarida de Los Tigres.

-Pero no deberías irte, Dylan. -Apreté los dientes y caminé, descalza, sobre las piedras del camino que llevaban a la salida del recinto-. Tu padre te va a matar, ¿lo sabes?

Para mi sorpresa, él sonrió con suficiencia.

-Eso será si se entera. -Me miró fijamente y una traza de desafío cruzó por sus ojos-. Y no vas a ser tú quien se lo diga, ¿verdad, Nessie?

Tragué saliva.

No me daba ningún tipo de confianza que Dylan saliera de la guarida solo. Había oído todo eso de la guerra de bandas, los Red Dragons querían aniquilar a Los Tigres. Literalmente.

Al parecer, había habido un problema entre los jefes de la otra banda y los nuestros, finalmente se habían negado a trabajar juntos y... ahora la guerra estaba servida.

-¿Y si te ocurre algo? Tienes que andar con cuidado, Dylan. He oído que...

-No hagas caso de los rumores -me interrumpió-. Nunca me ha pasado nada y no va a suceder ahora.

Me mordí el labio, temerosa de dejarlo marchar. Y entonces una idea se encendió en mi mente.

Yo lo habría hecho todo con tal de proteger a Dylan de cualquier cosa que pudiera herirlo, así que una sonrisa se expandió por mi rostro de inmediato.

-De acuerdo. ¡Vayamos!-exclamé con alegría.

Al parecer, a Dylan no le hizo tanta ilusión como a mí, puesto que frunció el ceño y me miró, ladeando la cabeza. Por primera vez sentí los ojos del joven recorriéndome completamente, sentado en la moto. Su mirada bajó por mis pechos (nada especiales, así que imagino que por eso su mirada no se detuvo demasiado tiempo) y bajó por mis caderas hasta acabar observando mis piernas desnudas. Fue algo realmente violento; al menos yo disimulaba un poco cada vez que me quedaba mirándolo como una idiota.

-¿Qué tú vas a dónde? -dijo, secamente.

Dylan estaba muy desagradable desde que yo había llegado a la guarida, ¡y eso que sólo habían pasado unas pocas horas! ¿Cómo sería cuando llevara meses viviendo allí? Quizás entonces, me saludaría tirándome del pelo o atropellándome con la moto, en el peor de los casos.

-Contigo. -Intenté no perder el tono optimista en ningún momento.

Negó con la cabeza.

-Voy a una fiesta, no a un salón de striptease.

-Obviamente, iré a cambiarme antes.

-Y pretendes que yo te espere. Por supuesto -se mofó.

Yo me dispuse a responder, frunciendo los labios con molestia ante su descortesía. Supuestamente éramos amigos, ¿tan raro era pedirle que me llevara a una fiesta con él?

Pero algo nos sacó de nuestra interesante conversación; una nueva persona que apareció con voz ronca y seria.

-¿A dónde te has creído que vas? -Era Kevin; llevaba puesto su pantalón de pijama gris y los ojos entrecerrados, aún estaba medio dormido-. ¡Bájate de ahí ahora mismo!

-¡Por fin un poco de sensatez en todo esto! -exclamé.

Dylan bufó como respuesta.

-Oh, venga, Kevin. Sólo esta noche.

El joven rubio negó con la cabeza, manteniendo su expresión cada vez más molesta. Ni siquiera parecía prestarme demasiada atención a mí.

-Por supuesto que no, ¡es mi moto, Dylan! -gruñó-. La próxima vez no seas tan pringado y compra las piezas que le faltan a la tuya para que funcione.

Ah. Ahora todo me parecía más propio de Kevin; él no estaba preocupado porque su hermano, menor de edad, se estuviera fugando de casa para irse a una fiesta, sino porque se llevaba su moto.

-Sólo es ir a la fiesta y volver. No me tomará más de dos horas -trató de excusarse Dylan.

Los ojos azules de Kevin se dirigieron hacia mí, escaneándome completamente con gesto curioso.

-¿Y tú qué haces aquí, Nessie?

-Yo... yo... también iba a ir a la fiesta. Con Dylan -contesté.

Frente a nosotros, Dylan negó con la cabeza enérgicamente, pero Kevin decidió ignorarlo y de nuevo me observó de arriba abajo, señalándome con el dedo.

-En... ¿bragas?

Fruncí los labios.

-No estoy en bragas, sino en pijama. Un pijama veraniego.

-Y descalza.

-Lo sé; ¡iba a subir a cambiarme de ropa!

Kevin soltó una carcajada y después volvió a girarse hacia su hermano, pero ya no había enfado en su voz. Para él, esa conversación ya había tocado a su fin y no daba ningún tipo de oportunidad a discusiones.

-Marchaos a la cama de una vez, a ninguno de vosotros os conviene ir a esas fiestas de mierda. Recordad que sois Tigres. -Señaló hacia Dylan-. Y deja mi moto ahí antes de que papá se despierte y estemos todos bien jodidos.

Pero quizás Kevin habló demasiado tarde, puesto que, al mirar hacia la puerta, Winston Gerdam ya se encontraba allí. Observándonos.


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Nos vemos en el próximo :) Me queda, exactamente un mes de clase. Así que sigo ausente, pero volveré pronto.

¡Mil Besos!

Desafío (#2 Trilogía MC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora