I.

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El chico de las flores, era como le decían a Felix. Un joven de un pequeño pueblo de corea que tenia una tienda de flores, todas muy hermosas de una variedad muy extensa de especies y colores.

Felix amaba sus plantas y la gente del pueblo lo amaba a él. Un chico tan carismático, lindo y amable que conquistaría el corazón de cualquiera.

A todos atendía con su brillante sonrisa, y cualquier pregunta que se le hiciese el la respondía con cariño y mucha paciencia asegurándose de que la otra persona lo entienda al cien por ciento.

Jamás lo ibas a ver enojado con alguien, era muy imposible que se enoje. Tampoco se lo veía triste.

Era un chico perfecto a los ojos de todos, muy lindo y simpático, llamando la atencion de varias –y varios también– jóvenes del pueblo haciendo que reciba muchas propuestas para salir las cuales el siempre rechazaba amablemente.

A Felix jamás se lo vió enojado, triste y muchos menos enamorado.

Debido a tantos rechazos dados por el pelinegro se corre por las calles del pueblo el rumor que él solamente ama y vive para sus flores, como si de un fanático religioso se tratara que cegado por su religión tan devoto a su Dios, jamás aceptaría a otros que entren en su burbuja de, limitada, adoración.

el chico de las flores ; minlixWhere stories live. Discover now