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━━¡¿Qué hemos dicho desde siempre?! ¡Dilo!

━━Un samurai... nunca se rinde.

Con las últimas fuerzas que le quedaban a la joven se levantó para atacar a su oponente. Detuvo el primer golpe con su espada de madera para después comenzar a ser ella la que atacara. Cosa que tomó por sorpresa a la mujer ya que eran pocas las veces en las que la morena dejaba salir todo su potencial.

Eso la hizo trastabillar.

Oportunidad que utilizó la joven para seguir avanzando sin dejar que la mujer parara muchos de sus golpes.
Hasta que su mentira calló ella paró.

━━Wow... Eso fue... alucinante.

Pronto sintió como sus pies dejaban de tocar el suelo, para ahora caer sobre el húmedo pasto del bosque.

━━Mier... coles ━━corrigió la palabra ante la mirada de la mayor.

La mentora On-Jo no permitía groserías en su templo ni en su presencia.

━━Vas mejorando,  tus habilidades van evolucionando. Pero...

━━Pero aún tengo que aprender a no darle la espalda a un enemigo.

On-Jo ayudó a su alumna a pararse para después ambas ir a su templo mientras se contaban anécdotas del fin de semana.

No había sido fácil para la joven haber estado en aquel templo desde pequeña.

Ese día que encontró el samuraizer fue caótico. Sus padres habían sido atacados ese día por nighlocks, y al tratar de salvarla la enviaron al bosque. No fue la mejor idea que una niña estuviera sola, pero al menos así se dió el descubrimiento de la futura ranger gris.

La pequeña corrió por un bosque de árboles con hojas de un colo rosa pálido. Al ver la belleza de eso se olvidó del verdadero motivo de su llegada ahí. Comenzó a vagar por todo el lugar, llegando hasta el final, en donde encontró una piedra con figuras extrañas enterrada en otra.

La sacó fácilmente, ya que a su parecer era una especie de carrito a control remoto.

En el momento en el que la tuvo en manos hubo un leve temblor en aquel lugar, y una especie de onda se extendió por todo Japón. Anunciando que el samuraizer había sido encontrado y el ranger había sido elegido.

Esto atrajo tanto a los cuidadores del templo como a los nighlocks que se hallaban en la tierra.

Teresa recordaba poco debido a su corta edad, lo único que tenía como recuerdo era la transformación de su samuraizer a  un lobo y muchas personas con vestimentas extrañas a su rescate.

De ahí la niña fue llevada al templo para vivir, mientras se arreglaban todos los papeles para que pudiera obtener la ciudadanía en aquel país.

A ella le enseñaron desde pequeña el arte del samurai. Las técnicas de guerra, las armas, todo lo relacionado con ello; lo único que jamás pudo hacer (y esto por ordenanzas antiguas) fue entrenar fuera de aquel templo. Esto ya que aparte de ser protegido por una mafia ancestral, el zord lobo era un artefacto que el maestro Xandred había buscado desde siempre y no se detendría por nada en el mundo hasta conseguirlo.

Teresa solo estaría a salvo hasta que su momento de llegar con su equipo y presentarse ante ellos llegara.

Y eso estaba a punto de terminar.

Llegando al templo ambas se sentaron unos minutos en las bancas de la entrada para admirar la naturaleza.

La morena llamó a Gray (apodo de su zord), quien voló hasta ella y la saludó. Después de eso comenzó a jugar con las flores que volaban por todo el lugar.

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