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Tus ojos era mi perdición, eran mi temor. Aquella mirada desbordaba la más infinita inocencia que alguna vez un hombre pudo tener, pero tus ojos....
¡Oh tus ojos!
Tus ojos irradiaban odio hacía aquel que se atreviera a pone...
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Cómo olvidar el día que Taehyung le pidió matrimonio al pequeño Jeon.
-¡Cierra los ojos, Jungkookie amor mio, te lo ruego!.-Exclamo Taehyung cerrando los ojos.
Élsorprendido, los abrió más, y al verlo pálido y descompuesto le preguntó asustado cogiéndolo las manos;
-¿Sucedió algo, Taehyung?... ¡Tae!... ¿Está todo bien?.
-No... perdóname; no tengo nada, nada... -le respondió sin mirarlo.
-¿Y por qué querías que cerrara los ojos? No quieres que te mire. ¿Tengo algo en la cara acaso?
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Cuenta la leyenda que aquel que no ve a los ojos a su pareja es porque algo teme y oculta, Kim Taehyung podía dar vida a la leyenda con la diferencia de que... nunca ocultó o temió a algo o eso creyó.
Eran apenas las once de la noche, Los seis chicos estaban reunidos alrededor del fuego que acompañaba la velada del invierno, cada uno contando sus historias por turno según la botella girara.
Namjoon, quién era el mayor de todos giró la botella rogando internamente que le tocará a Taehyung. Aunque.... internamente todos rogaban por qué así fuera. Como si de un juego se tratase la botella obedeció a sus deseos quedando con el pico en dirección al peli rojo.
- Es tu turno Taehyung, cuéntanos esa historia tuya de aquel chico con los ojos grandes.- hablo el menor de todos llamado Jimin quien se mantenía sentado al frente de Taehyung con su cerveza en mano.
-¿Otra vez?- burló el mencionado. - Año tras año me hacen contar la misma historia hombre, ¿No sé cansan?, Podría jurar que no hace falta contarla para saber que se lo saben de memoria.
-Debemos de admitir que no, no te hagas de rogar y cuéntalo, bien sabes que esa historia tuya es de nunca dejarla en el olvido.- Animo ahora el tercero del grupo llamado SeokJin quien se mantenía al costado de Namjoon.
Taehyung se arrellanó en un banca; bebió de su botella de cerveza y cogió un aparato para destilar agua; encendió un cigarro y comenzó a suspirar mientras los recuerdos de un Jungkook de veinticinco años y un Taehyung de veintiochos años eran tomados de las manos mientras se turnaban para besarse a la luz de la luna un mes ante de su esperada boda.
-No voy a contarles una balada ni una leyenda del Norte, como en otras ocasiones a la que están acostumbrados; hoy se trata de una historia verídica, de un episodio de mi vida de novio y de lo que alguna vez fue de esposo.
