DETECTIVE BROWN

Roxford

CAPITULO 1

Eran las dos de la mañana, en una pequeña ciudad normal todos debían estar ya durmiendo, quizás con algunos bares y discotecas abiertas, con unos cuantos jóvenes disfrutando en ellas, pero Roxford no era así, era totalmente diferente, para ser las dos de la mañana había demasiada activada presente el ella, yo me encontraba descansando un momento mientras me tomaba un café y fumaba mi cigarrillo, ya que hacia un frio aterrador, tanto así que la neblina cubría gran parte de las calles, impidiendo una buena visibilidad; me encontraba totalmente abrigado, venia de traje, con una gabardina larga negra como de costumbre, una bufanda y unos guantes, que en el momento no traía puestos para tomar con mayor comodidad el café y calentar mis manos, al igual que tenía la libertad de fumar el cigarrillo con tranquilidad; a lo lejos estaba gran parte del cuerpo de policía de la ciudad, dirigidos por el teniente Dorian Dobson, quien consideraba muy dedicado en su trabajo, pero con quien rara vez compartíamos opiniones, no solíamos llevarnos muy bien, ya que a pesar de ser muy buen policía rara vez su equipo lograba dar los resultados esperados por la ciudad; quizás en cualquier ciudad de mundo hubiera sido un gran oficial, pero en Roxford no era así, era una ciudad llena de misterios y problemas constantes que no eran fáciles de resolver, pero para fortuna de la ciudad y de Dobson, aunque él no lo viera de esa forma, estaba Gabriel Brown, Detective conocido en la ciudad por todos los misterios y crímenes resueltos, que ni la policía lograba entender como hacia para siempre estar un paso delante de los criminales; se podría decir que la mitad de los presos en Roxford, estaban allí gracias a la dedicación incansable del detective Brown en los casos, era como si se volvieran su vida, se obsesionaba con ellos de una manera inexplicable, pero eso también llevaba a la pronta solución de los mismos, y aunque muchos creerían que debido a eso, los criminales lo pensarían dos veces, antes de cometer cualquier crimen o delito, pues se equivocarían porque al contrario de eso, la fama de Brown creció por todo el país, lo que hizo que algunos locos, con ínfulas de asesinos seriales, o por el simple hecho de hacer quedar mal a el detective Brown, pues habían llegado hasta Roxford a cometer crímenes y hacer desastres en la ciudad; lo que suena un poco irónico lo sé, pero de esa forma es que ha venido evolucionando todo en esta ciudad, así podrán entender que acá no todos aclaman al detective Brown, por el contrario hay muchos que lo odian ya que dan por hecho que la ciudad se ha ganado el título de misteriosa por culpa de él, pero debo aclarar que no es así, mucho antes de que el detective Brown, se volviera el hombre conocido que es hoy, ya esta pequeña ciudad era un completa locura, era muy normal amanecer y en medio del desayuno escuchar en las noticias varios crímenes en la noche anterior, desapariciones, secuestros, uno que otro crimen pasional y bastante violencia, en medio de ese mundo es que nos hemos criado en esta ciudad, por eso no se puede pensar que fue por el detective Brown, quien debo aclarar que en su niñez fue también víctima de toda esa violencia que se vivía acá. El detective Brown, proveniente de una de las familias más adineradas de la ciudad, dueñas de la imprenta, con acciones en varias marcas de coche de lujo, socios del banco de Roxford y con múltiples propiedades en la ciudad, entre las que claramente se encuentra la mansión Brown, donde actualmente reside el detective; pero cuando era pequeño, en una ocasión salió con su madre de la mansión rumbo al banco de Roxford, ya que su familia como accionista tenía una silla en la junta directiva, la cual ocupaba la mama de Gabriel Brown, ya que su padre, se encargaba del resto de negocios de la familia, la señora Brown no solía ir acompañada de su hijo, pero esa mañana fue distinto ya que había prometido a su hijo llevarlo a los juegos del centro comercial tan pronto saliera de la reunión habitual de los lunes en la mañana, el chofer abrió la puerta de atrás y ayudo a bajar a la señora Brown; la costumbre era que el chofer dejara el coche frente al banco al cuidado de la seguridad del mismo en lo que él acompañaba a la señora hasta su oficina, después volvía para llevar el coche al estacionamiento, que se encontraba a media cuadra del banco, pero esa mañana no pudo suceder así, ya que tan pronto como el chofer abrió la puerta Gabriel salió corriendo del vehículo en dirección al banco, era apenas un niño y algo inquieto hay que decirlo, la señora Brown descendió del coche con la ayuda del chofer mientras gritaba el nombre de su hijo para que no se alejara demasiado, miro al chofer y le dijo que mejor fuera a guardar el coche y estuviera pendiente en un rato para salir del banco, el chofer asintió y se subió al coche y se marchó, la señora Brown emprendió su camino por las escaleras rumbo al banco donde ya estaba su hijo, al entrar en el banco saludo al personal de seguridad; era una mujer muy quería por todos, a pesar de su posición en el lugar, estaba muy pendiente de todos y trataba de ayudar al que la necesitara, realmente era una mujer muy sencilla, muy diferente al señor Brown, tan pronto como ella entro, tras ellos entraron unos hombres armados haciendo disparos al aire y tirando al piso a los guardias de seguridad del lugar, todos se botaron al piso, menos la señora Brown quien fue corriendo al encuentro con su hijo, pero uno de los asaltantes no lo pensó así, pensó que la mujer había corrido para activar alguna alarma en el banco y alertar a la policía, lo que les quitaría tiempo de su elaborado plan, por lo que lo único que pensó fue en detenerla y acciono su arma en dirección a la señora Brown quien al recibir los impactos por la espalda, apenas alcanzo a llegar a su hijo quien veía como su madre caía delante de él, en medio de los gritos de las personas lo que hizo enfurecer a todos dentro del banco incluyendo el personal de seguridad, quien al ver que la señora Brown había sido herida, se levantaron para intentar defender el lugar. El chofer de la señora Brown, quien también era su escolta, un exmilitar, al escuchar los disparos corrió al banco, sacando su arma y matando a los dos hombres del equipo de los atracadores que estaban cuidando la puerta del banco, de inmediato entro en el momento que se oían disparos de uno de los guardias de seguridad que estaba intentando llegar hasta la señora Brown; fue un acto muy heroico el de su chofer quien con apenas una pistola, esa mañana acabo con 5 asaltantes muy bien armados; todos nos preguntamos cómo habría sido la historia esa mañana, si como era habitual el chofer la hubiera acompañado hasta su oficina, pero como él hubiera no existe, Gabriel y su chofer hoy en día siguen sin perdonarse lo que paso ese día, creo que a su medida, ninguno de los dos volvió a ser igual. Todos corrieron para ayudar a la señora Brown, llamando la ambulancia que no demoro en estar en las puertas del banco de Roxford, pero era demasiado tarde, igual la trasladaron al hospital de Roxford, donde llego sin signos vitales y su chofer quien llego con ella, fue quien tuvo que dar el aviso al señor Brown, quien estaba devastado al otro lado del teléfono, el señor Brown tampoco volvió a ser igual después de ese día, es mas muy pocas veces ha vuelto a Roxford desde ese día, estuvo en el funeral de la señora Brown, pero no hablo con nadie, tan pronto como acabo el funeral se subió a su coche y se retiró del lugar, Gabriel creció alejado de él, ya que ni en sus cumpleaños lo veía, solo cuando venía a la ciudad por temas de trabajo y Gabriel lo encontraba en casa, por eso fue que él fue criado por el personal de servicios en la mansión pero más específicamente por el chofer de la señora Brown, que su padre dejo como tutor de Gabriel en su ausencia, prácticamente él era su padre, Gabriel apenas tenía siete años cuando todo esto ocurrió.