𝚢𝚘𝚞'𝚛𝚎 𝚜𝚘 𝚏𝚞𝚌𝚔𝚒𝚗𝚐 𝚏𝚊𝚔𝚎 || 𝚜𝚞𝚗𝚔𝚒

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Sunwoo avizoró con una cara de horror a la multitud de sujetos con cámaras y micrófonos que rodeaban su hogar como polillas alrededor de un foco de luz. Muchos de ellos se aglutinaron contra el auto en donde venía, ocasionando que fuera cada vez más difícil para el conductor avanzar sin provocar un accidente no deseado.

Sunwoo se espantó al ver a una mujer tocando con sus nudillos el vidrio de la ventanilla que quedaba justo a su lado, corriendo a la misma velocidad que las ruedas. Los periodistas realmente eran obstinados y no conocían para nada el significado de “espacio personal”.

Él solamente cerró los ojos e imaginó que no estaban ahí y que su vida no se encontraba en unas circunstancias tan complicadas y delicadas, pero no funcionó, era imposible ignorar la angustiante preocupación ante las consecuencias que vendrían después de su polémica revelación.

Porque si la prensa ya lo sabía era bastante obvio entonces que su familia también estaba enterada.

Los vídeos de cada una de sus confesiones ya estaban distribuidos en distintas plataformas y medios, era impresionante lo extraordinariamente rápido que una noticia se propagaba por internet.

Sunwoo organizó sus ideas en silencio, suspirando de alivio cuando el vehículo cruzó las gigantescas rejas que impedían que aquellas fieras hambrientas de primicias atacaran y crearan una revuelta.

El chófer se bajó primero y fue inmediatamente a abrirle la puerta, Sunwoo salió a una apresura asombrosa, sus piernas temblaban y sus pasos se volvían cada vez más torpes y descoordinados, el sudor recorría sus manos y parte de su frente, pero su mirada estaba segura y colmada de determinación.

Debía tener la mente fuerte para poder sobrellevar lo que vendría a continuación, porque Sunwoo tenía el presentimiento de que ahora se enfrentaría a la situación más difícil y temeraria de toda su vida, y él estaba nervioso como el infierno, era notable que el miedo lo corroía por dentro, pero eso no importaba ahora.

Él asumiría las responsabilidades de sus actos y tomaría el control de sus decisiones por primera vez, sin verse influenciado por segundos o terceros.

Sunwoo caminó con vacilación hacia el interior de la mansión, los gritos que se escuchaban desde la entrada erizaron cada uno de sus vellos. Sunwoo tragó la saliva que se había estancado en su garganta y se forzó a continuar, cuando llegó al lugar de donde provenían las voces, el salón principal, se quedó refugiado entre una columna como un niño vacilante y aprensivo.

Y él permaneció ahí, tanteando el terreno, analizando el escenario antes de hacer un movimiento infortunado.

—¡Es increíble! —Heejin bufó con incredulidad, dejando caer su delgado cuerpo en uno de los ostentosos sillones—. El desfile del viernes fue cancelado, una gran parte de los invitados devolvieron sus invitaciones al escuchar la noticia. Pero no solo es eso, muchas de las modelos de mi firma están emprendiendo procesos legales para terminar sus contratos antes del tiempo estimado —ella relató mientras se masajeaba con los dedos sus sienes, de donde provenían pinchazos, era como si puntiagudos segmentos de hielo estuvieran desgarrando su piel desde dentro.

—Trescientos millones —eso fue lo único que dijo Sunhyun, todavía pensando que se trataba de una mala broma.

Su esposa lo observó de reojo, preguntándose a qué demonios se refería Sunhyun con esa cifra de dinero.

—Perdí trescientos millones de mi última inversión, mis socios se desvincularon y retiraron sus financiaciones inmediatamente, sucias ratas traicioneras —pronunció en un tono muy bajo y rencoroso, sus puños estaban cerrados y ansiosos de golpear algo, lo que sea—. Y lo peor es que no paro de recibir llamadas de la empresa.