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Capitulo 2
Un programa de comedia se transmitía en la televisión, en la sala se escuchaban las risas y el sonido de las latas de cerveza al abrirse.
James seguía ingiriendo alcohol en su cuerpo como si no hubiera un mañana.
—Ya has bebido demasiado. Deja de beber —dijo Net mientras le arrebató la próxima lata a abrir.
—Oye dame eso... hip
—Estás tan borracho, no te lo daré, no permitiré que bebas más.
—Dámelo—. El omega en el intento de recuperar su lata hizo que Net se inclinara en el sofá. «Este mocoso rebelde» pensó Net en sus adentros. Estiró su mano lo más que pudo, pero James no se rendía, sin darse cuenta, los miembros de ambos se rozaban en el forcejeo.
—¡No te lo daré! —dijo Net quitándoselo de encima tratando de ocultar su vergonzosa erección —¿Por qué peleaste esta vez con tu noviecito mmm?
Las mejillas de Net estaban tan rojas como sus orejas.
—Zee me engañó, ¿contentó? Se acabó.
—¡Ese imbécil!, te dije que él no te merecía—. Agradecía que al parecer James no se había dado cuenta, se sentía avergonzado.
¿Quién carajos se prende solo por el roce de su amigo? Se sentía culpable.
Con la distracción de Net, James logró atrapar la cerveza que le fue robada. —la tengo. —La destapó con una sonrisa y unos ojos brillantes, tomó un trago y lo demás lo vertió en el vaso de su amigo para que se uniera a él.
—Oye... oye no todo. Te dije que me emborracho cuando mezclo bebidas.
James estaba hecho un desastre, su cabello estaba desordenado y su camisa estaba mal abotonada, pero incluso en ese estado se veía irresistible. Se podía ver parte de su clavícula descubierta, mientras que sus labios y mejillas estaban rosadas.
Su belleza era abismal.
Net abrió sus ojos al ver su piel desnuda y retiro su vista hacia el televisor de nuevo.
—¿Por qué hace tanto calor hoy? —susurró para sí mismo aireándose moviendo su saco con sus dedos para regular su temperatura corporal.
Por supuesto, no estaba funcionando.
—¿hnm? —musitó James juzgándolo con la mirada.
¿Por qué estaba viendo James de otra manera? Agarró su vaso y bebió todo su contenido. Su cuerpo se sentía demasiado caliente, así que corrió al baño y se echó agua fría en su rostro.
...
Luego de un rato volvió, unos ojos penetrantes lo recibieron, como si lo estuvieran regañando a gritos.
—¿Me extrañaste? —dijo Net juguetón.
La atmósfera mejoró. La conversión inició con bromas y luego se volvió más divertida y amena, volvieron a ser los buenos amigos de siempre que ni se dieron cuenta del tiempo y de cuánto alcohol habían ingerido.
—Oye, no llores —dijo Net dándole unas palmaditas en su espalda.
—Todo es mi culpa, lo merezco.
—No digas eso, tú fuiste bueno, el imbécil es él.
—Tú no sabes nada —James hizo un puchero y volvió a llorar desconsolado.
—¡Oye, ten cuidado! Estás derramando el alcohol por todo el sofá. —dijo Net tratando de arrebatarle la lata.
El omega continuaba lamentándose tal cual cachorro abandonado, sus lágrimas no paraban de resbalar por sus mejillas como el agua en la ducha.
—Oye, ya no llores, ven aquí… hip—dijo el alfa en tono dulce, borracho, llevándolo a sus brazos.
—A partir de ahora...—Señalo a Net con el dedo tambaleándose —Me liberaré.
—Sí, hazlo, libérate adelante, este ... hip... ami-hip amigo te apoya — exclamó Net mientras le palmoteaba la cintura.
—Haré lo que yo quiera, lo que mi cuerpo desee, se lo daré, no me importa nada.
James se subió a las piernas del alfa, lo acorraló haciendo que se acostara por completo en el sofá, el omega comenzó a saborear el alcohol en los labios de su amigo, un beso delicioso. Hasta que Net se separó.
—Hey... waw... cálmate, ¿Qué estás haciendo?
—Ten sexo conmigo —suplicó.
Net sintió como sus mejillas se calentaban y su corazón latía más fuerte, su lobo interior le pedía a gritos ser liberado para complacer su erección.
—oy-oye calma-te amigó —dijo con dificultad. Su cuerpo ya estaba excitado de nuevo.
James atrapó sus labios con los de Net con hambre y este le correspondió el beso llevando sus manos a su cintura acariciándolo.
—Oye espera... ca-cálmate James... esto no —Fue callado con los labios del omega de nuevo, esta vez profundizaron más, haciéndole sentir fuegos artificiales y placer al mismo tiempo. El omega se alejó un poco para acariciar el rostro del alfa.
—Dios, ¡qué guapo eres!
Continuará...
¿Qué hará Net? ¿Se dejará llevar por sus instintos animales de deseo carnal? Esperen el próximo capítulo.
