capitulo 7

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El camino a casa fue bastante incómodo, no dejaba de pensar en Carlisle y en lo que mis sentimientos conlleva, no es correcto, tiene esposa y ella es demaciado linda con migo por lo cual no la puedo odiar, y aunque quisiera el quisiera estar con migo no lo aceptaría, esas son mis reglas para salir con un hombre que no tengan novia o estén casados.

Definitivamente el esta casado y yo tengo educación .

—¿mañana vendrás a casa? —pregunto Eduardo

—lo intentaré — sonrei falsamente

Claro que no iré

—genial, pasaré por ti a las tres

¿Me estas jodiendo no? ¿Que se supone que deva decir para negarme? Estoy jodida

—claro

Los siguientes minutos a casa fueron cortos al llegar a casa Edward me ayudó a bajar y me dejó en la puerta, no se fue hasta que entrara, es un buen muchacho, espero y no la joda con bella.

Subí a mi cuarto y me tumbe en la cama, había sido un día largo, de pronto esos ojos dorados vinieron a mi mente, ¿Por qué tengo tan mala suerte en el amor? Talvez si fuera un poco más lista, si fuera especial, si fuera de revista, ¿Eso no es una canción?

No sé en qué momento caí en lo brazos de Morfeo, desperté a la una de la tarde.
No encontré alguna escusa para cancelar a los Cullen así que me vesti, me puse un vestido negro que me llega hasta las rodillas de manga larga, para ocultar los moretones, medias y unas botas negras, bajo las escaleras y justo cuando baje el último escalón, unos pelos de escoba se asomaron por la puerta, antes de que tocara abrir .

—¿Tan ansiosa estabas?— dijo Edward

— Quisieras— respondí divertida

El trayecto a su casa fue corto, por qué este chico quiere viajar a la velocidad de la luz, poquita más velocidad y nos teletransportamos. Edward rio bajito, ¿Este chico está loco o por qué se la pasa riendo?

Apenas freno me baje corriendo del coche, ni loca me vuelvo a subir si el maneja, estaba un poco mareada, pero me recompuse rápidamente, entramos a la casa y olía delicioso, mi hermana se encontraba ahí platicando con Alice, al entrar todos me sonrieron.

—Esperamos que te guste la comida italiana— dijo Esme

—Por supuesto que si— me senté en la encimera y todos se sentaron alrededor, Esme sirvió la comida pero ninguno comía, solo la revolvía o si comían un bocado, asían mala cara, no se porque si está delicioso.
Termine mi tercer plato, pediría otro pero me da vergüenza, pensaran que mi papá no me da de comer

—Beth quiere mas— dijo Edward

Voltie asustada por lo que dijo

—No es cierto — dije

—claro que si— contestó

—Que no—

— Que si—

Empezamos a discutir como niños chiquitos, paramos cuando Esme puso otro plato enfrente de mi, le agradecí y lo comí, gemi levemente al sentir el sabor en mi boca, era tan exquisito, levanto la mirada y topa con la de Carlisle, en toda la comida evite mirarlo, pues quería parar que crecieran mis sentimientos.

Sus ojos estaban oscuros, casi negros, ¿Pueden cambiar de color los ojos? Estaban llenos de deseo, pasión, anhelo, lamió sus labios y mis ojos de dijieron a ellos, tan carnosos, tan suaves, tan besables. Una tos me saco de mis pensamientos.

—¿Que?— dije confundida y un poco exitada

— hablábamos de que quien es mejor ¿Drácula o Frankenstein? —dijo Emmet con una mirada divertida

Muchas Lunas (Carlisle Cullen)Where stories live. Discover now